El conflicto en la región del Tigray ha generado escasez de alimentos, situación que tiene a 4 millones de personas con hambre severa. Expertos avizoran una catástrofe aún mayor en los próximos meses.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas advirtió este jueves (10.06.2021) que al menos cuatro millones de personas sufren hambre severa en la región de Tigray, al norte de Etiopía, a causa del conflicto armado en la región, donde fuerzas del gobierno central combaten a milicias del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray. De los afectados, 350.00 padecen hambruna, el índice más elevado del PMA.
Esto convierte a Etiopía en el país con más personas en esta situación, según el reporte. El PMA advirtió que los alimentos que se distribuyen en la región para enfrentar la emergencia alcanzan para 1,4 millones de personas, menos de la mitad de los afectados, y denunció que los grupos armados siguen bloqueando el acceso a ayuda humanitaria en la zona.
Las cifras del reporte hablan de una situación “catastrófica”, dijo Mark Lowcock, jefe de ayuda de la ONU. “El número de personas en condiciones de hambruna es mayor que en cualquier otro lugar del mundo desde 2011, cuando 250.000 somalíes perdieron la vida”. Actualmente, más del 90 por ciento de la población del Tigray, que asciende a 5,5 millones de personas, necesita ayuda alimentaria de emergencia.
Gobierno descarta hambruna
“Esta grave crisis es consecuencia del efecto cascada provocado por el conflicto, incluyendo desplazamientos de población, restricciones de movimiento, acceso humanitario limitado, pérdida de cosechas y medios de subsistencia, además de mercados disfuncionales o inexistentes”, señala el documento. Los expertos advirtieron que aun cuando aumenten las ayudas, la situación humanitaria será aún peor en los próximos meses.
“La cruda realidad para nuestro personal en Tigray es que por cada familia a la que accedemos con alimentos, hay incontables familias, especialmente en zonas rurales, a las que no podemos acceder”, explicó el director del PMA, David Beasley. “La violencia y el conflicto están permitiendo al hambre apretar sus garras sobre millones de tigrayanos que han sido forzados a abandonar sus hogares”, lamentó Beasley, que informó de que el equipo del PMA visitó 53 pueblos en Tigray, en los que “el 50 por ciento de las madres y al menos un cuarto de los niños estaban malnutridos”.
El gobierno etíope refutó los datos del PMA, asegurando que la falta de alimentos no es tan grave y que se está distribuyendo ayuda. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Dina Mufti, sostuvo este jueves que los diplomáticos extranjeros están comparando la tragedia con lo ocurrido “en 1984, 1985 en Etiopía, pero eso no va a pasar”. Mituku Kassa, jefe del Comité Nacional para la Prevención de Desastres aseguró que “no tenemos escasez de comidas” y culpó a las fuerzas del Tigray de atacar los convoyes de ayuda.
(dw.com)