Bagdad.- Irak se sacudió hoy con una serie de ataques suicidas contra personal de seguridad y fieles chiitas, que costaron la vida a por lo menos 23 personas y dejaron a heridas a otras 60, informaron fuentes oficiales.
Uno de los atentados ocurrió en la ciudad de Youssifiyah, al sur de Bagdad, la capital iraquí, donde un atacante a bordo de un coche con explosivos embistió un puesto de control de la policía, informaron oficiales locales.
En el ataque tres policías y cuatro civiles perdieron la vida, mientras que 21 personas resultaron lesionadas, añadieron las fuentes, citadas en reportes de la cadena de noticias Al Yazira.
Más tarde, otro hombre condujo una camioneta-bomba hasta un puesto de control operado por la policía y milicianos chiitas aliados cerca de la ciudad de Samarra, a casi una centena de kilómetros al norte de la capital iraquí.
La explosión causó la muerte a ocho personas y heridas a otras 23, indicó la policía de Samarra, ciudad que en los últimos meses ha sido escenario de frecuentes ataques por parte de los combatientes del grupo armado Estado Islámico (EI).
Por otra parte, en el oeste de Bagdad otro atacante suicida detonó el cinturón de explosivos que portaba entre feligreses chiitas que abandonaban una mezquita tras concluir las oraciones del mediodía.
Agentes de la policía bagdadí confirmaron que en este atentado perecieron ocho personas y al menos otras 16 sufrieron lesiones de diverso grado.
Aunque hasta ahora, ningún grupo extremista ha reivindicado los ataques suicidas perpetrados este jueves, pero las autoridades iraquíes estiman que son parte de la campaña violenta que llevan los yihadistas para apoderarse del norte y oeste de Irak.
Las comunidades de la mayoría chiita iraquí y las fuerzas de seguridad son blanco de los ataques diarios del EI y sus aliados sunitas, debido a que los consideran apóstatas y traidores.