Miami.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comparó hoy a la reforma migratoria con los grandes movimientos pro derechos civiles y prometió vetar toda legislación del Congreso que atente contra su acción ejecutiva que beneficiaría a cinco millones de indocumentados.
“En el corto plazo, si el señor (Mitch) McConnell, líder del Senado, y el presidente de la Cámara, John Boehner, quieren tener una votación sobre si lo que estoy haciendo es legal o no, pueden tomar ese voto”, declaró el mandatario de visita en Florida.
Sin embargo, agregó que “voy a vetar ese voto porque estoy absolutamente seguro de que lo que estamos haciendo es lo correcto”.
La afirmación de Obama fue recibida con aplausos de unas 200 personas reunidas en un foro comunitario en la Universidad Internacional de la Florida, donde Obama fue entrevistado por el periodista José Díaz Balart. El foro fue emitido esta noche por la cadena Telemundo.
McConnell, de Kentucky, quiere un proyecto de ley independiente para bloquear la acción ejecutiva de Obama, que debía entrar en vigor esta semana pero que fue frenada por un juez federal de Texas.
Boehner está esperando el movimiento del Senado luego que los republicanos de la Cámara aprobaron un presupuesto para el Departamento de Seguridad Interior que no pagaría por el plan del presidente.
Obama desafió a los líderes republicanos al tratar de persuadir a los inmigrantes y activistas proinmigrantes de que su gobierno no se ha rendido y de que luchará por las acciones y la reforma migratoria.
“Hemos apelado muy agresivamente. Nosotros vamos a ser tan agresivos como podamos”, dijo el mandatario.
“Lo que hemos dicho a los republicanos es que en lugar de tratar de mantener como rehén el financiamiento para el Departamento de Seguridad Nacional, que es tan importante, vamos a seguir adelante para aprobar una reforma migratoria integral”, señaló el presidente.
A una pregunta específica de Eric Narvaez, un veterano de la guerra de Afganistán cuya madre es indocumentada y puede ser deportada, el mandatario dijo que el mensaje es que “vamos a seguir cerciorándonos de que su mamá no es una de las primeras que van a deportar”.
“A largo plazo tenemos que apoyar que tenga un camino para que sea una ciudadana legal y tenemos que asegurarnos que ese proyecto (reforma migratoria) no sea bloqueado en el Congreso”, apuntó.
El mandatario aseguró que pese a los desafíos legales está “seguro” que su acción ejecutiva, que beneficia a millones de indocumentados, prevalecerá.
“No siempre es una línea recta, a veces vamos a tener desafíos legales que tenemos que encarar, pero sin embargo tenemos confianza y yo tengo el poder de decir que se va a cumplir esto al fin y al cabo”, dijo.
Recalcó que “para poder tener una certeza absoluta de que va a ser permanente, no solamente temporal, tenemos que aprobar un proyecto de ley (de reforma migratoria). Quiere decir que la presión tiene que mantenerse en el congreso”.
Justo esta semana debía empezar el programa de alivio temporal para indocumentados decretado por el presidente a fines del 2014, pero un juez federal de Texas impidió su entrada en vigencia a la espera de que se resuelva la demanda presentada por 26 estados contra la medida ejecutiva.
Afuera en la calle un grupo de manifestantes, una veintena aproximadamente, exhibieron pancartas para cuestionar la política migratoria de Obama y algunos para criticar su posición de acercamiento con Cuba.
“Ningún ser humano es ilegal”, se leía una pancarta sostenida por un estudiante, mientras que otra del grupo anticastrista Vigilia Mambisia decía: “Libertad para Cuba. Ayudar a Castro es un crimen”.