Washington.- El presidente Barack Obama y los líderes de la nueva legislatura se reunieron hoy en la Casa Blanca en busca de áreas de consenso que posibiliten un trabajo conjunto, en medio de prospectos que apuntan a que habrá más confrontación que acuerdos.
El propio Obama reconoció que en este momento existen “desacuerdos sobre la mesa” en muchos temas, “pero también existen áreas donde podemos estar de acuerdo y eso es sobre lo que nos vamos a enfocar”.
Citó el tema de seguridad cibernética como uno de lo más promisorios, “donde podemos trabajar juntos y aprobar una legislación y podamos asegurarnos que somos más efectivos en proteger a los estadunidenses de este tipo de ataques”, dijo al aludir al “hackeo” a SONY y a cuentas militares.
Otros temas de posible acuerdo citados por el mandatario son el de comercio, de cara a nuevos acuerdos comerciales que su gobierno persigue como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), así como la reforma del código tributario.
Obama ofreció que en cada uno de los temas escuchará a cada unos de quienes están en esta mesa y “espero que con espíritu de cooperación, anteponiendo a los estadunidenses, podemos a fin de año estar en posición de decir que estamos mejor de lo que estábamos al principio”.
Por separado, indicó que otras áreas donde se espera haya cooperación con los republicanos sea la lucha contra el grupo extremista Estado Islámico (EI) y dijo que insistirá para que se autorice el presupuesto para el Departamento de Seguridad Interna (DHS) para este año fiscal.
La expectativa empero recibió un balde de agua fría casi de inmediato por los líderes republicanos en la Cámara de Representantes, quienes por separado reafirmaron la determinación de bloquear las acciones de alivio migratorio anunciadas en noviembre pasado por Obama.
“Mañana vamos a presentar una legislación que restablecerá el estado de derecho, dejando en claro que es el Congreso y no la Casa Blanca quien escribe las leyes migratorias”, anunció el legislador Stephen Scalise, número tres en el liderazgo de la bancada republicana.
En su encuentro con reporteros poco antes de reunirse con Obama, el presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner dijo que dejarían en claro al mandatario que su actuación responde “a la voluntad del pueblo estadunidense”.
“(Los estadunidenses) quieren que trabajemos juntos en sus prioridades y sus prioridades tienen que ver con la economía y los empleos”, remarcó al hacer notar que algunas de las primeras iniciativas sobre las que votarán estarán orientadas a generar más empleos.
Otro tema de confrontación es el oleoducto Keystone, la primera iniciativa de ley votada por los republicanos la semana pasada tras asumir el control de ambas cámaras, y que la Casa Blanca dijo será vetada por Obama, al insistir que el proceso de factibilidad del ambicioso proyecto no ha sido aún concluido por el Departamento de Estado.