Washington.- El presidente estadunidense Barack Obama defendió hoy la Ley de Salud Asequible, al insistir en los beneficios de su mayor proyecto de política interna, a días de que la Suprema Corte emita su fallo por una demanda contra la legislación.
Obama dijo que aunque hay resultados que son evidentes, como “el número de familias que tienen ahora seguro, el número de vidas salvadas”, existen otros indicadores más difíciles de calcular pero que hablan del éxito de la ley, pese a lo que sus detractores afirman.
“Hay resultados difíciles de contabilizar, en el dolor, la tragedia y la bancarrota que la ley ha evitado, o en la seguridad de los padres que pueden llevar a sus hijos al médico o el abuelo que ahora puede recibir el cuidado médico que requiere”, sostuvo el mandatario.
En un discurso durante la Conferencia de Hospitales Católicos, Obama señaló que al final esos son los resultados que importan, aunque destacó igualmente los 16 millones de estadunidenses que han podido obtener seguro de cobertura de gastos médicos gracias a esa ley.
Obama sugirió que estos y otros beneficios derivados de la nueva ley han sido ignorados por sus críticos, y consideró que estos resultados deberían ser razón suficiente para que la campaña de ataques cese.
“Tengo que decir que hay algo profundamente cínico sobre estos intentos incesantes (…) por dar macha atrás al progreso. Me parece cínico tratar de quitar la cobertura (médica) a millones de personas, quitarles lo que más necesitan”, aseveró.
El discurso del mandatario se produjo mientras se espera que en los próximos días la Suprema Corte de Justicia emita su fallo a una demanda contra la ley, que busca eliminar los subsidios a las coberturas adquiridas a través de los mercados de seguros federales.
Si la Corte Suprema falla a favor de los quejosos, millones de estadunidenses que residen en 36 estados podrían dejar de recibir dichos subsidios, lo que pondría en entredicho la viabilidad de la ley a nivel nacional, según expertos.
La demanda “King vs Burwell” argumenta que la legislación es inconstitucional porque sus beneficios no deben estar disponibles para los ciudadanos que residen en 36 estados que decidieron no crear sus propios mercados de seguro y en cambio usan los planes federales.
Aunque sólo 14 estados del país establecieron sus propios esquemas de pólizas de salud, el Servicio Interno de Rentas (IRS) hizo extensivos los subsidios a todas las entidades del país.
Se estima que unos cinco millones de ciudadanos y residentes permanentes reciben algún tipo de ayuda económica federal para solventar el pago de sus pólizas médicas, pero la cifra podría aumentar en los próximos años si la legislación se mantiene intacta.
La demanda fue desestimada en julio pasado por la Corte de Apelaciones del Cuarto Distrito, pero un tribunal separado del distrito de Columbia emitió un dictamen favorable a los querellantes.
En 2012, la propia Corte validó la constitucionalidad de la pieza central de la reforma de salud del presidente Obama, el llamado “mandato individual”, que obligó a la población a tener seguro médico.
La Ley de Salud Asequible (ACA) entró en vigor parcialmente en septiembre de 2010 y empezó a ser obligatoria para toda la población a partir de 2014.
Si las personas se rehúsan a tener seguro médico deben pagar multas fijas o una proporción de sus ingresos. En opinión de la Corte, las multas son legales en la medida que se interpreten como un gravamen impuesto por el Poder Ejecutivo.
Aquellos ciudadanos estadunidenses que no tengan ingresos suficientes para cubrir una póliza de seguro médico (equivalentes a menos de 95 mil dólares anuales para una familia de cuatro miembros), reciben subsidios oficiales.