Nueva York.- La ciudad de Nueva York ha perdido unos diez millones de dólares a la semana por multas no emitidas por la policía, que al parecer ha dejado de penalizar las faltas administrativas como parte de su disputa con el alcalde Bill de Blasio.
La baja en los ingresos, estimada por grupos civiles que supervisan el presupuesto de la ciudad, citados este viernes por el tabloide The New York Post, corresponde con una reducción de 93 por ciento en la emisión de multas tan sólo durante la semana del 29 de diciembre al 4 de enero.
En ese periodo, de acuerdo con cifras oficiales, la policía local emitió mil 191 multas de estacionamiento, en tanto que en esa misma semana del año pasado habían entregado 16 mil ocho de estas penalizaciones, lo que significó un ingreso de 10.5 millones de dólares para la ciudad.
El rotativo indicó que esa caída en los ingresos de la ciudad no incluye la baja en otras multas que los policías han dejado de emitir desde hace tres semanas, cuando se recrudeció el enfrentamiento que mantienen con De Blasio.
Pese a que líderes de la policía han negado una decisión orquestada por parte de los uniformados al dejar de perseguir y multar las faltas administrativas menores en la ciudad –como orinar o beber en la vía pública o estacionarse en un lugar prohibido— éstas han bajado en las últimas tres semanas.
En la semana terminada el domingo pasado, por ejemplo, fueron emitidos sólo 347 citatorios ante un juez, de los cuatro mil 77 generados durante el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con cifras de la ciudad.
Pese a que los líderes de la policía rechazan que ésta sea una acción deliberada, Edward Mullins, presidente del sindicato de sargentos expresó al diario The New York Times que los uniformados “hablan entre ellos” y que acciones aisladas “se vuelven contagiosas”.
En un editorial publicado esta semana, el rotativo calificó que la actitud de la policía representaba un “secuestro del cumplimiento de la ley” y la consideró además un “gesto deplorable” en una ciudad que ya estaba conmocionado por la muerte de Eric Garner, en julio, y de dos policías, en diciembre.
Un sector de la policía culpa al alcalde de alentar la hostilidad en su contra luego de sus acercamientos con uno de los principales organizadores de marchas contra la brutalidad policial en la ciudad, el reverendo Al Sharpton.
Algunos uniformados consideran además que De Blasio cometió un error al aconsejar a su hijo, de tez oscura, tener cuidado especial en sus encuentros con la policía, luego de que un gran jurado decidiera no presentar cargos contra el oficial que causó la muerte del afroamericano Garner.
El malestar de la policía con De Blasio quedó de manifiesto cuando uniformados dieron la espalda al alcalde mientras leía su discurso de condolencias durante los dos funerales de los policías ejecutados el pasado 20 de diciembre, Rafael Ramos y Wenjian Liu.
Mientras tanto, De Blasio calificó tal actitud como “una falta de respeto” para las familias de los oficiales caídos. Respecto de la baja en multas de parte de la oficiales, De Blasio ha dicho que estudiará las cifras y que tomará cartas en el asunto en caso de que detectara una acción orquestada.