Jerusalén.- Con la llegada del Shabat (el sábado de descanso religioso judío) el vencedor de las recientes elecciones israelíes, Benjamin Netanyahu, podrá dedicarse en silencio a construir la coalición de su próximo gobierno y a buscar una salida para uno de sus principales problemas, las negociaciones de paz con los palestinos.
El actual estado de las cosas entre israelíes y palestinos, con las negociaciones congeladas y apenas una convivencia inevitable y a regañadientes, “no puede seguir mucho tiempo”, explicó el diplomático israelí Herzl Inbar.
“Por convicción o por presión” de Europa y de Estados Unidos, continuó el analista y ex embajador en España, palestinos e israelíes deberán “renovar sus contactos para calmar” la tensión y “encaminar algún tipo de negociación”.
Una primera señal de las consecuencias de esas presiones se registró el jueves pasado, cuando Netanyahu aseguró ante las cámaras de una televisora de Estados Unidos que nunca dijo estar opuesto a la solución de “dos Estados para dos pueblos” en esta zona del Medio Oriente.
En el fragor de la campaña, mientras las encuestas lo señalaban detrás de su principal rival, el laborista Yitzhak Herzog, Netanyahu declaró a un sitio israelí de internet que “cualquiera que ceda tierras” a los palestinos estaría abriendo las puertas a un “ataque de los radicales islámicos” contra Israel.
“La izquierda”, afirmó estaría lista para “seguir las órdenes de la comunidad internacional” y abrir negociaciones para la creación de un Estado palestino.
Muchos analistas aquí consideraron esas declaraciones como parte de las desesperadas acciones de Netanyahu para evitar una derrota electoral que prácticamente hubiera puesto punto final a su carrera política.
La sorpresa por esas declaraciones fue amplia tomando en cuenta que Netanyahu ya se había declarado oficialmente, en el 2009, a favor de una solución de “dos Estados para dos pueblos”.
Con la situación más calma después de su clara victoria en las urnas -que le dio 30 asientos en el parlamento unicameral de 120 escaños, la Knesset-, Netanyahu utilizó las cadenas estadunidenses para asegurar que sus declaraciones fueron sacadas de contexto.
“Yo no cambié mis políticas, lo que cambió fue la realidad”, dijo Netanyahu al canal de noticias estadunidense MSNBC. “Yo quiero una solución de dos Estados que sea sustentable y pacífica”, aseguró. “Pero, para eso, las circunstancias tienen que cambiar”, completó.
Netanyahu acusa al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, de haber estrechado sus relaciones con el grupo islámico Hamas, en el poder en la zona de Gaza y en continuo enfrentamiento militar con Israel, país al que directamente no reconoce.
En ese sentido, es posible reconocer que la situación de seguridad de Israel es “muy delicada”, no solamente por el estado de agresión con Hamas sino también por la presencia de militantes radicales islámicos en el Sinaí, el crecimiento del llamado Estado Islámico y hasta por el programa nuclear iraní, declaró Inbar.
Sin embargo, añadió el diplomático, también se puede reconocer que Netanyahu “hace más hincapie en la cuestión de esas vulnerabilidades que en la posibilidad de avanzar en las negociaciones de paz”, en general con objetivos políticos domésticos.
A pesar de que ya lleva nueve años, alternados, como primer ministro, todavía “muchos se preguntan cuál el verdadero Netanyahu”, indica Inbar: aquel que confirma su compromiso con la solución de dos Estados cuando habla frente a las televisoras internacionales o el que rechaza las conversaciones con los palestinos cuando se dirige a los votantes israelíes de derecha.
Con la victoria electoral en el bolsillo, es posible que ahora prevalezca el Netanyahu más moderado. Con el crecimiento de la presión europea y estadunidense, Netanyahu mostrará que “puede ser pragmático cuando es necesario”, completó Inbar.
El momento de exhibir ese pragmatismo estaría llegando pronto, ya que parte de la dirigencia de la Autoridad Nacional Palestina advirtió en las últimas horas que podría revisar los acuerdos de seguridad vigentes con Israel.
Alejados de los titulares, oficiales de seguridad israelíes y palestinos vienen trabajando juntos desde hace años en la lucha contra el terrorismo y para evitar atentados. Sin embargo, esos acuerdos están en peligro si se sigue abriendo la brecha entre Netanyahu y Abbas.
En declaraciones reproducidas por la agencia palestina Wafa, Abbas calificó de “preocupantes” las aseveraciones de Netanyahu sobre las oportunidades de alcanzar la solución de los dos Estados para dos pueblos.
“Nosotros seguimos observando” el desarrollo de los acontecimientos políticos en Israel, “pero no vemos resultados” en el frente de las negociaciones de paz, añadió Abbas.