El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió este sábado una respuesta “vigorosa” a dos ataques cometidos por palestinos en Jerusalén Este, en uno de los cuales murieron siete israelíes.
“Nuestra respuesta será vigorosa, rápida y precisa”, declaró Netanyahu antes de una reunión de su gabinete de seguridad nacional.
“No estamos buscando una escalada, pero estamos preparados para cualquier escenario”, añadió.
Los dos ataques ocurrieron en Jerusalén Este, en el marco de una espiral de violencia que se inició el jueves con una incursión israelí en Cisjordania ocupada, en la cual murieron nueve palestinos.
Las fuerzas de seguridad israelíes fueron colocadas en estado de alerta máxima, en medio de llamamientos internacionales a evitar una agravación del conflicto.
El jefe de la diplomacia estadunidense, Antony Blinken, viajará la semana que viene a la región, donde discutirá con los dirigentes de Egipto, Israel y de Cisjordania “los pasos a seguir para reducir las tensiones”, informó el Departamento de Estado.
Netanyahu, primer ministro de Israel entre 2009 y 2021, regresó al poder el mes pasado al frente de una coalición que incluye a partidos de extrema derecha y a formaciones judías ultraortodoxas.
El sábado, prometió “procesos acelerados” de clausura y demolición de viviendas de autores de atentados antiisraelíes, denunciados por las oenegés de defensa de los derechos humanos como medidas de castigo colectivo.
También propuso facilitar el porte de armas de civiles y suprimir los bneficios sociales de “familias que apoyan el terrorismo”.
El espectro de la Intifada
El último atentado se produjo este sábado, cuando un palestino de 13 años hirió de bala a un hombre de 47 y a su hijo, de 23, antes de ser “herido y neutralizado” en un barrio fuera de la muralla que delimita la Ciudad Vieja, en Jerusalén Este, informó la policía.
El viernes, un palestino de 21 años mató a siete personas frente a una sinagoga de Jerusalén Este, antes de ser abatido tras una corta persecución policial.
La policía anunció 42 arrestos relacionados con esa matanza, que coincidió con el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Netanyahu se persignó el viernes por la noche en esa sinagoga y fue recibido por decenas de personas al grito de “muerte a los árabes”.
La Autoridad Palestina, que gobierna en Cisjordania, consideró que Israel era “plenamente responsable de la peligrosa escalada”.
El grupo libanés Hezbolá, uno de los principales enemigos de Israel, calificó el ataque de “heroico” y expresó su “apoyo absoluto a todas las medidas adoptadas por las facciones de la resistencia palestina”.
El diputado israelí Mickey Levy, del partido centrista Yesh Atid (oposición), advirtió que la nueva ola de violencia recordaba a la segunda Intifada, el levantamiento palestino de 2000 a 2005, que registró sangrientos enfrentamientos.
“Tenemos que sentarnos, pensar cómo podemos avanzar y detener esta situación”, dijo Levy a la AFP.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a “evitar a toda costa una espiral de violencia” y Rusia abogó por la “máxima moderación” entre las partes.
Israel anexó Jerusalén Este después de la Guerra de los Seis Días en 1967. Los palestinos consideran la ciudad como la capital del Estado que aspiran a construir.
Operación en Cisjordania, cohetes desde Gaza
Israel describió la incursión de sus tropas el jueves en el campamento de refugiados de Yenín, en Cisjordania, como una operación de “antiterrorismo” contra la Yihad Islámica.
Entre los nueve muertos había combatientes y una sexagenaria.
La Yihad Islámica y la organización Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, prometieron represalias y el viernes dispararon cohetes contra territorio israelí.
La mayoría de los proyectiles fueron derribados por las defensas antiaéreas.
Acto seguido, el ejército israelí procedió a un bombardeo aéreo del enclave palestino.
No se reportaron heridos en ninguno de los bandos, pero los grupos armados palestinos prometieron nuevas acciones.
(milenio.com)