Washington.- La Casa Blanca minimizó la decisión del rey Salman de Arabia Saudita de cancelar su participación en la Cumbre de los Estados Árabes del Golfo Pérsico, prevista para esta semana en la casa presidencial de descanso de Campo David.
El vocero presidencial, Josh Earnest, insistió que pese a esta notable ausencia, la presencia de altos funcionarios de las otras cinco naciones convocadas por el presidente Barack Obama “nos da la confianza de que tendremos una robusta discusión”.
La suspensión del viaje de Salman fue anunciada el domingo en Riad, la capital saudita, poco después del anuncio del reino de Bahréin de que el rey Hamad Issa Al Khalifa también cancelará su viaje a la capital estadunidense.
El lugar del monarca saudí será ocupado por el príncipe Mohammed bin Nayef, primero en la línea de sucesión, quien se entrevistó el jueves pasado en Riad con el secretario de Estado estadunidense, John Kerry.
El encuentro de dos días a partir del próximo miércoles fue anunciado por Obama en abril pasado.
La cumbre, en la que además de Arabia Saudita y Bahréin participarán los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait, fue planeada para que el mandatario estadunidense genere apoyo al acuerdo con Irán sobre su programa nuclear.
El acuerdo entre Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido y Rusia, junto con Alemania y la Unión Europea, con Irán, deberá ser ratificado de manera definitiva el 30 de junio próximo.
Earnest negó que la ausencia de Salman, el aliado estadunidense con más influencia y peso en el mundo árabe, haya significado un desaire al mandatario y reflejado el malestar del reino saudita con el acuerdo.
“Los sauditas dijeron que la razón por el cambio no está relacionado con la substancia del encuentro”, indicó al ser cuestionado al respecto durante su habitual conferencia de prensa.