Buenos Aires.- Miles de personas se concentraron hoy en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) para repudiar la muerte del fiscal Alberto Nisman y advertir que no cesarán en su demanda de justicia en torno al atentado de 1994.
“No vamos a permitir que la muerte del fiscal Nisman sea la muerte de la causa AMIA”, advirtió Leonardo Jmelnitzky, presidente de esta entidad, donde se concentraron numerosas personas con carteles con la palabra “Justicia”.
Jmelnitzky advirtió que, pese a décadas de impunidad, la AMIA respetará a la justicia, que investigará el fallecimiento del fiscal, quien acusó la semana pasada a la presidenta Cristina Fernández de haber pactado la impunidad de los iraníes acusados del atentado.
También exigió que cesen los “supuestos, rumores y trascendidos” en torno a la investigación del atentado de 1994 y de la muerte de Nisman, ya que la sociedad necesita la verdad y no especulaciones.
Recordó que hace una semana, cuando Nisman acusó a la presidenta del supuesto pacto con Irán, la comunidad judía decidió ser prudente en tanto no se mostraran pruebas.
“Todos los poderes del Estado deben redoblar los esfuerzos por esclarecer el caso y llegar a que todos los responsables rindan cuentas en la justicia”, añadió.
El discurso de Jmelnitzky fue interrumpido por un coro multitudinario que repetía: “¡justicia, justicia!”, mientras otras personas cantaban el himno argentino sin poder contener el llanto en un acto que llevó por lema “Por la verdad y la justicia”.
El presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Julio Schlosser, se sumó a los reclamos y aseguró: “no vamos a permitir que vuelva a morir otro fiscal, ni que los acosen y les digan lo que tienen que hacer. La gente está cansada de no tener justicia”.
Llamó a los investigadores que continuarán el trabajo de Nisman a no tener miedo, porque contarán con el respaldo de la comunidad judía y de los argentinos.
“Queremos la verdad. A los señores jueces que van a tomar esta posta, les pedimos que no miren para otro lado, cuando tengan que llamar a alguien llámenlo, vamos a estar ahí para controlarlos”, dijo.
Antes de que hablaran los dirigentes, varios manifestantes afirmaron que el atentado de 1994, en el que murieron 85 personas, no fue contra los judíos, sino contra los argentinos, y es una herida que permanecerá abierta en tanto los responsables permanezcan impunes.