En la Cumbre de Líderes del G20, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, planteó la aplicación de un impuesto del dos por ciento a la riqueza de los multimillonarios del mundo.
En la segunda sesión plenaria de la Cumbre del G20, el anfitrión estimó que este gravamen recaudaría un monto de 250 mil millones de dólares, los cuales podrían destinarse a atender los desafíos sociales y ambientales del mundo.
“Un impuesto del dos por ciento sobre la riqueza de los superricos podría generar recursos de alrededor de 250 mil millones de dólares al año para invertir en enfrentar los desafíos sociales y ambientales de nuestro tiempo.
“La estabilidad global depende de instituciones más representativas. La pluralidad de voces funciona como vector de equilibrio”, destacó.
En la plenaria sobre la reforma a las instituciones de gobernanza global, Lula da Silva advirtió que el futuro será multipolar, por lo que aceptar esta realidad allana el camino hacia la paz.
“También es clave para construir una gobernanza que maximice las oportunidades y mitigue los riesgos de la Inteligencia Artificial.
“La respuesta a la crisis del multilateralismo es más multilateralismo. No hay necesidad de esperar a una nueva guerra mundial o a un colapso económico para impulsar las transformaciones que el orden internacional necesita”, apuntó.
(milenio.com)