La mayor distinción del país, la Orden al Mérito de la República Federal de Alemania, fue otorgada a los fundadores de BioNTech, Özlem Türeci y Ugur Sahin. Son superhéroes, pero ellos prefieren llamarse científicos.
Hace un año,los médicos Özlem Türeci y Ugur Sahin eran desconocidos y hoy recibieron el máximo reconocimiento. Ambos desarrollaron una vacuna que funciona no solo contra el coronavirus original, sino aparentemente también contra las variantes británica y sudafricana.
Esta emprendedora pareja recibió el galardón que en el pasado se otorgó a figuras como la bailarina Pina Bausch, el humorista Vicco von Bülow, más conocido como Loriot, el exdirector del servicio secreto estadounidense (CIA), David Patraeus, y Hannelore Kohl, la esposa del ex canciller Helmut Kohl.
En total, se han otorgado a más de 260.000 personas desde 1951. Es el mayor galardón en el país, con el que se expresa y agradece el servicio por el bien común.
Contribuyeron a contener la pandemia
Türeci y Sahin recibieron la orden con el águila “por su experiencia mundialmente reconocida en el campo de las tecnologías de ARNm y sus incansables esfuerzos, con los que lograron desarrollar y aprobar una vacuna contra el COVID-19 en muy poco tiempo”. Ellos contribuyeron de manera decisiva a los esfuerzos por contener la pandemia de coronavirus.
Su vacuna fue la primera en ser aprobada en la UE en diciembre de 2020. Al principio fue muy criticada, porque se basa en una tecnología completamente nueva, la denominada tecnología de ARNm. Entre tanto, la confianza ha crecido y muchos alemanes, si tuvieran la opción, preferirían vacunarse con la vacuna de BioNTech/Pfizer.
Aunque miles de millones de personas están familiarizadas con esa vacuna, poco se sabe sobre Türeci y Sahin. Él es modesto. No se ve a sí mismo como un superhéroe, dijo a DW en diciembre. “Somos científicos” y “no desarrollamos esta tecnología solos”. Preferiría que todos los miembros de la comunidad científica fueran vistos como superhéroes, dijo Sahin.
Una vida dedicada a la investigación
El hecho de que los dos investigadores pudieran desarrollar una vacuna en poco menos de un año se debió al hecho de que habían estado trabajando en un método de terapia contra el cáncer durante más de dos décadas. Su objetivo es asegurarse de que cada paciente reciba un tratamiento que se adapte especialmente a cada caso, porque la mutación genética de las células cancerosas es diferente en cada paciente.
Sahin y Türeci aprovechan el hecho de que el cuerpo humano a menudo puede ayudarse a sí mismo en caso de que sea atacado por bacterias o virus. Se supone que su inmunoterapia estimula los mecanismos de autocuración del cuerpo y lo inducen a usar los “centinelas” del organismo para hacer que los tumores malignos se vuelvan inofensivos. Türeci y Sahin utilizaron el mismo principio con la vacuna contra el coronavirus, producida en cooperación con la compañía farmacéutica estadounidense Pfizer.
Türeci y Sahin no recibieron dinero cuando se les otorgó la condecoración; probablemente tampoco lo necesitarían, ya que se han convertido en multimillonarios gracias a su éxito.
La orden alemana también se ha otorgado de manera más rutinaria, por ejemplo, a ciertos miembros del Bundestag, a embajadores extranjeros y militares.
(dw.com)