Roma.- La última audiencia del juicio por el naufragio del crucero Costa Concordia, en el que murieron 32 personas el 13 de enero de 2012, concluyó hoy con el llanto del único imputado, el ex capitán Francesco Schettino.
En declaraciones espontáneas ante los jueces del Tribunal de la central ciudad de Grosseto, Schettino dijo entre sollozos que él también murió la fatídica noche del naufragio, cuando el Costa Concordia chocó contra los escollos de la isla del Giglio (Toscana) por acercarse demasiado a tierra.
“Lo que no se ha dicho es que esa noche también yo morí. No es cierto que no he pedido perdón, pero no quería exhibir mi dolor para que no fuera manipulado”, aseguró.
Dijo que su cabeza ha sido ofrecida “con la errada convicción de salvar intereses económicos” y denunció que se le ha querido presentar como el único responsable de la tragedia.
Schettino también dijo que desde hace tres años está en el centro de la “picadora mediática”. “Es difícil definir vida lo que he estado viviendo, incluido mi aislamiento procesal, todo ha sido distorsionado”, insistió.
Schettino fue el último en hablar en la audiencia interrumpida la noche por un malestar de uno de los abogados de Costa Crociere, la compañía propietaria del barco.
Tras las declaraciones del ex capitán los jueces se reunieron en Cámara de Consejo para decidir la sentencia y estaba previsto que a las 19:00 horas locales (18:00 GMT) los magistrados la leyeran o anunciaran su posposición.
La fiscalía ha pedido 26 años y tres meses de cárcel contra Schettino, acusado de homicidio culposo, naufragio y abandono de la nave.