Saná.- Una ciudadana francesa y su traductora yemenita, secuestradas hace casi un mes por hombres armados en Yemen, fueron liberadas hoy gracias a la mediación de líderes tribales, informaron fuentes de seguridad locales.
La francesa Isabelle Prime, que trabaja para la consultora Ayala Consulting, especialista en desarrollo durable, así como su traductora Shirin Makewi fueron entregadas por miembros del clan Al Zaidi a autoridades de la provincia de Mareb, al noreste de Saná.
La traductora escribió en su cuenta de Facebook que durante el secuestro ella y la francesa sufrieron todo tipo de humillaciones y golpes.
La ciudadana francesa y su traductora fueron secuestradas el pasado 24 de febrero por hombres armados en el centro de Saná cuando se dirigían a bordo de un taxi a su trabajo, pero hasta ahora jamás se conocieron las demandas de sus captores, según la agencia yemenita de noticias SABA.
Al principio, los secuestradores trasladaron a las dos mujeres a la zona de Jolan, unos 70 kilómetros al este de Saná, y de ahí a la provincia de Mareb, 190 kilómetros al noreste de la capital yemenita.
El mismo día del secuestro, el presidente francés, François Hollande, precisó que su ciudadana, de 30 años, fue capturada cerca de un ministerio yemenita en el ejercicio de sus actividades.
Los secuestros de extranjeros son frecuentes en Yemen, la mayoría cometidos por tribus que usan a los rehenes para presionar con sus demandas al gobierno de Saná, muy debilitado en la actualidad por el movimiento rebelde chiíta de los hutíes.
En diciembre pasado, el fotógrafo estadunidense Luke Somers y el profesor sudafricano Pierre Korkie fueron asesinados por extremistas en un intento de rescate efectuado por fuerzas del Ejército estadunidense en una remota aldea de la provincia meridional de Shebua.
Más de 10 países, entre ellos Francia, Estados Unidos, España y Reino Unido, han cerrado desde principios de febrero sus misiones diplomáticas en Saná y han evacuado a su personal diplomático, alegando motivos de seguridad.
Yemen se encuentra sumido en una crisis política desde que los hutíes entrarone a Saná en septiembre pasado, exigiendo una mayor participación en el poder político y meses después, en febrero, tomaron el control de la capital.