Duro revés para el antiparasitario ivermectina, el cual ha sido a veces presentada en las redes sociales como remedio “milagro”.
La utilización de la ivermectina se ha extendido durante la pandemia no solo para tratar a enfermos de la COVID-19, sino incluso con fines preventivos, en particular en América Latina.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) desaconsejó este lunes (22.03.2021) la utilización del antiparasitario ivermectina en la prevención o el tratamiento del coronavirus por fuera de ensayos clínicos controlados.
La EMA “concluyó que los datos disponibles no apoyan su uso para el COVID-19 por fuera de ensayos clínicos”, informó la agencia con sede en Ámsterdam en un comunicado.
Otros estudios “son necesarios para sacar conclusiones sobre la eficacia y la inocuidad del producto en la prevención y el tratamiento del COVID-19”, agregó la EMA.
En un comunicado, la agencia explicó que ha revisado “la evidencia más reciente” sobre su uso para la prevención y tratamiento de la COVID-19, y recordó que los medicamentos con ivermectina no están autorizados en la Unión Europea para tratar la enfermedad que provoca el SARS-CoV-2, ni que la EMA ha recibido ninguna solicitud para autorizar tal uso.
La EMA revisa las últimas evidencias
Sin embargo, tras los informes publicados en medios de diferentes países sobre el uso de ivermectina contra la COVID-19, la EMA decidió revisar las últimas evidencias publicadas de estudios de laboratorio, observacionales, ensayos clínicos y metanálisis.
Los estudios no clínicos evidenciaron que la ivermectina podría “bloquear la replicación” del coronavirus, pero solo con el uso de “concentraciones mucho más altas que las logradas con las dosis autorizadas actualmente”, mientras que los ensayos clínicos tuvieron diferentes resultados: algunos no mostraron ningún beneficio, y otros un beneficio “potencial”.
“La mayoría de los estudios que revisó la EMA eran pequeños y tenían limitaciones adicionales, incluidos diferentes regímenes de dosificación y el uso de medicamentos concomitantes”, agregó la agencia, para desaconsejar el uso de esta sustancia fuera de los ensayos clínicos estrictamente controlados. La utilización de la ivermectina se ha extendido durante la pandemia no solo para tratar a enfermos de la COVID-19, sino incluso con fines preventivos, en particular en América Latina.
Alerta de aumento de efectos secundarios
Aunque reconoce que la ivermectina se tolera generalmente bien a dosis autorizadas para diferentes indicaciones, alertó de que los efectos secundarios “podrían aumentar con las dosis mucho más altas necesarias para obtener concentraciones de ivermectina en los pulmones efectivas contra el virus”, lo que hace que se pueda excluir la toxicidad en dosis superiores a las aprobadas.
La ivermectina es un medicamento contra los parásitos conocido desde hace décadas y de bajo coste, cuya utilización se ha extendido durante la pandemia no solo para tratar a enfermos de la COVID-19, sino incluso con fines preventivos, en particular en América Latina, y forma parte de los tratamientos autorizados por numerosas autoridades sanitarias nacionales.
La ivermectina es uno de los medicamentos que se están investigando en el marco de la iniciativa ACT-Accelerator de la Organización Mundial de la Salud, mediante la que se busca promover el acceso equitativo a tratamientos, test y vacunas contra la COVID-19.
(dw.com)