Los europeos estarían sorprendidos si supieran la “verdad” sobre las explosiones que provocaron el mes pasado las fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, construidos para llevar gas ruso a Europa, aseguró el Kremlin.
Rusia exigió en varias ocasiones estar incluida en la investigación internacional sobre estas fugas que ocurrieron en pleno conflicto en Ucrania y en un contexto de lucha gasística entre Rusia y la Unión Europea.
El presidente ruso Vladimir Putin consideró el 12 de octubre que se trataba de un acto de “terrorismo internacional” que beneficiaba a Estados Unidos, a Polonia y a Ucrania, y la diplomacia rusa instó al presidente estadunidense Joe Biden a desvelar si su país era responsable de esas explosiones.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró el viernes que Moscú trabajaba “intensamente” para ser integrada a la investigación, que acusó anteriormente de estar “amañada” para responsabilizar a Rusia.
“Un trabajo se está llevando a cabo a través de los canales diplomáticos”, dijo a los periodistas.
“Pero hasta ahora, se está topando con un muro de reticencia a desvelar juntos la verdad, lo que sorprendería a más de uno en los países europeos si se hiciese pública” añadió sin dar más detalles.
“Ni los alemanes, ni los suecos, ni los daneses comparten informaciones con nosotros”, lamentó Peskov.
Los gasoductos Nord Stream fueron protagonistas de una polémica geopolítica desde antes incluso del conflicto en Ucrania, con Kiev y Washington oponiéndose a su construcción que incrementa, según ellos, la dependencia europea al gas ruso.
(milenio.com)