Londres.- El jefe de inteligencia de Siria, Ali Mamlouk, fue puesto bajo arresto domiciliario bajo la sospecha de planear un golpe de Estado contra el presidente Bashar al-Assad, reportó hoy el diario británico The Telegraph.
Mamlouk, jefe de la Oficina de Seguridad Nacional del país, fue acusado de mantener contactos secretos con los países que respaldan a los grupos rebeldes y con miembros de la oposición en el exilio, según el rotativo que cita a fuentes del palacio presidencial de Damasco.
“Mamlouk se ha estado comunicando con los servicios secretos turcos a través de un intermediario”, dijo un funcionario del régimen sirio conocedor del plan.
Además, Mamlouk habría utilizado un hombre de negocios de Alepo para contactar con Rifaat al-Assad, tío de Bashar, quien ha vivido en el exilio desde que fue acusado de intentar un golpe de Estado en Siria en la década de 1980.
Rifaat al-Assad se negó a comentar sobre los informes, pero una fuente bien informada, que pidió al diario The Telegraph no ser identificada, dijo que “hay un gran interés entre los oficiales sirios y militares para que Rifaat Assad vuelva a Siria”.
La detención del jefe de inteligencia de Siria muestra las crecientes tensiones internas del “círculo más cercano” a al-Assad, después de los últimos cambios en la cúpula de los servicios secretos.
En abril pasado, Rustum Ghazaleh, el jefe de la Dirección de Seguridad Política, murió en el hospital después de que fue atacado por uno de sus subordinados pero en su equivalente militar, el general Rafiq Shehadeh, quien fue despedido en represalia.
Ghazaleh sería uno de los que estarían de acuerdo con Mamlouk en el rechazo a la creciente influencia de Irán.
Según The Telegraph, el origen de estos conflictos estaría en la influencia cada vez mayor de Irán en el régimen sirio, con algunos enviados iraníes en posiciones de más poder que los propios dirigentes sirios, con gran influencia en el Banco Central o en la estrategia de la guerra.
“La mayoría de los asesores del Palacio Presidencial son ya iraníes. Mamlouk odiaba que Siria estuviera entregando su soberanía a Irán. Creía que tenía que haber un cambio”, explicó una fuente cercana al palacio sirio, citado por el periódico.