Ante la instalación de boyas o el muro flotante que el gobernador de Texas, Greg Abbott, está colocando en el Río Bravo, el ambientalista Waldo Terry señaló que esto podría estar violando el tratado de aguas de 1944, donde se establece la repartición de aguas entre Estados Unidos y México y que no se podrán hacer construcciones o poner obstáculos al tránsito del agua entre ambos países.
El entrevistado agregó que este tratado también contempla que se debe de respetar la línea limítrofe entre México y Estados Unidos, “el centro del río no quiere decir que sea la frontera entre estos países, porque el río se ha movido desde que se establecieron los límites”.
En este sentido, explicó que el centro del río no corresponde a los límites entre Estados Unidos y México, por lo que dijo que probablemente esas boyas estén invadiendo el territorio mexicano, sin embargo, dijo que esto lo deberá de determinar geográficamente la Comisión Internacional de Límites y Aguas (Cila).
Además, dijo que estos obstáculos que se instalaron en las aguas del Río Bravo interfieren también los derechos humanos de los migrantes, así como a la fauna acuícola y terrestre, ya que impide el desplazamiento de los peces, mamíferos y crustáceos para la búsqueda de alimento, reproducción y descanso.
“Ellos buscan su zona de confort y de reproducción, buscan dónde depositar sus huevos y alimentos, por lo que estas barreras interfieren al desplazamiento de los peces, tortugas, mamíferos de vida acuática, como el castor y la nutria que habitan en el Río Bravo”, expresó.
Recalcó que esta es una trampa tanto para los peces, como para los anfibios y mamíferos.
Este muro flotante también afecta a los ciudadanos y empresarios de Eagle Pass Texas, quienes interpusieron una demanda en contra del gobernador Abbott, ya que aseguran que esto es una injusticia, debido a que son las autoridades federales quiénes tienen jurisdicción en el río.
El estadunidense, Jesse Fuentes señaló que el gobernador de Texas está cometiendo una injusticia con la naturaleza, ya que también destrozaron una isla.
En este sentido señaló que buscó ayuda con una agencia de Eagle Pass que protege el río, “Amigos del Río Grande”, a fin de que las autoridades se den cuenta de lo que están afectando.
Y es que la instalación de este muro flotante impide que los ciudadanos norteamericanos y visitantes puedan disfrutar del Río y áreas aledañas.
“El gobernador no tiene ningún derecho de traer a los chicos para acá y tratar de forzar la ley de migración, lo que está haciendo el gobernador es promoviendo un partido político y para mí esto no es político, es personal, yo estoy conectado con el río desde que era pequeño y eso que le está pasando al río y a nuestra frontera es triste”, concluyó.
(milenio.com)