Bogotá.- El periodista Daniel Coronell reveló sus últimas conversaciones con la exjefe de la Policía Secreta, María del Pilar Hurtado, en las que la exfuncionaria le contó el odio que le tenían en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).
Coronell, es uno de los columnistas más leído en Colombia y una de las víctimas del espionaje que hizo Hurtado cuando fue jefe de la policía secreta de este país andino, un organismo que estuvo adscrito a la Presidencia de Colombia.
Las revelaciones fueron publicadas en la última edición de la influyente revista Semana, en una carta que Coronell título, a manera de sarcasmo: Querida María del Pilar, y retomada por otros medios de comunicación que hacen seguimiento al caso Hurtado, la principal cabeza visible del espionaje a los opositores en el gobierno de Uribe Vélez.
Hurtado, quien huyo durante cinco años de la justicia colombiana que la proceso por espionaje ilegal a políticos, magistrados de las altas cortes, defensores de los derechos humanos y periodistas, se entregó el fin de semana en ciudad de Panamá, desde donde fue deportada.
Coronell señaló que desayuno en varias ocasiones con Hurtado en esta capital, cuando ya era exfuncionaria, y antes que sus subalternos la implicaran en las operaciones de espionaje.
“Muchos sábados desayunamos juntos. La última vez fue en julio de 2010”, escribió el periodista en su artículo en la revista Semana y agregó: “Quizás sea el momento de contar la verdad que ha cargado, en lugar de seguir tratando de justificarla”.
“En uno de los desayunos me contó cuánto me odiaban en la Casa de Nariño y el deseo inmenso de la familia presidencial en pleno de hacerme daño. En otra ocasión se le escapó –o quizás quiso decirlo– que un fotógrafo que el DAS había usado para implicar a Yidis Medina en delitos había terminado extorsionando al gobierno” contó.
Coronell dijo que “después supe, por boca de un testigo ocular, que la operación de desprestigio fue financiada por Juan Carlos Sierra (alias el Tuso), desde la cárcel de Itagüí”. Hoy Sierra se encuentra en prisión en Estados Unidos, purgando prisión por narcotráfico.
“La mayor parte de los encuentros sucedieron cuando usted (Hurtado) ya era una exfuncionaria aunque mantenía una tensa cercanía con el gobierno”, apuntó en la columna.
Añadió: “Hubo otro par de cosas que usted dijo que me llevaron a pensar que el gobierno de entonces (Uribe Vélez), mantenía una línea de comunicación con delincuentes que operaban sus guerras sucias desde las cárceles”.
Los desayunos terminaron cuando dos altos funcionarios de la policía secreta, la directora de Operaciones de Inteligencia Martha Leal y el director de Inteligencia Fernando Tabares, revelaron “que ese organismo de seguridad había efectuado seguimientos ilegales contra mi familia y contra mí, antes y durante la administración suya, María del Pilar”.
Los dos agentes “identificaron los carros que me seguían, hablaron de los agentes disfrazados de vendedores de flores, de la falsa camioneta de la lavandería que estacionaba frente a mi casa, del afán por identificar mis fuentes de información o de encontrar algo para demoler mi carrera o mi vida”.
La columna de Coronell, forma parte de las decenas de denuncias que se están reviviendo por parte de las víctimas del espionaje que se hizo desde la policía secreta y en coordinación con la presidencial Casa de Nariño.