Ottawa.- El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, se reunió hoy aquí con el millonario y filántropo Bill Gates, con quien habló sobre el programa de apoyo a la Salud Materna y del Recién Nacido (MNCH, siglas en inglés).
La Fundación Bill and Melinda Gates ha apoyado este programa, propuesto por Harper ante los líderes de las principales potencias mundiales en Muskoka en junio de 2010 en el marco de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8).
Los líderes se comprometieron a apoyar durante cinco años el programa. El interés de Harper es renovar un nuevo periodo de cinco años en donde la comunidad internacional se comprometa a aplicar programas a favor de las madres y niños de países pobres.
“El primer ministro y el señor Gates renovaron el llamado para centrar el liderazgo político global y el compromiso de una sustentabilidad financiera para asegurar que el MNCH permanezca como prioridad en la agenda internacional más allá de 2015”, indicó la oficina de Harper en un comunicado.
El gobierno canadiense reafirmó su compromiso de apoyar las campañas de inmunización como un “pilar clave” de su estrategia para proveer las vacunas necesarias para la salud de las madres y sus hijos en los primeros cinco años de vida.
Bill Gates expresó su convencimiento de que “podemos erradicar algunas de las peores enfermedades del mundo para 2030”.
Sostuvo que las innovaciones aplicadas a la tecnología, la medicina y la salud pública pueden mejorar la salud de la población más pobre en los próximos 15 años.
Gates también se reunió con los líderes de la oposición en el Parlamento Federal, Tom Mulcair, líder del Partido Neo Demócrata, y Justin Trudeau, líder del Partido Liberal, segunda fuerza de oposición.
El co-fundador de Microsoft se reunió además con el gobernador general de Canadá, David Johnston, con quien habló sobre las actividades filantrópicas en este país.
En su reunión con el ministro de Cooperación Internacional, Christian Paradis, y con una docena de organizaciones de la salud, se habló sobre el trabajo que se está realizando en la vacuna anti-malaria y la necesidad de que los recién nacidos en los países en desarrollo cuenten con una acta de nacimiento que proteja su identidad.