A días de que se congelara el veto a la píldora abortiva mifepristona, una coalición de grupos antiaborto pidió al Tribunal Supremo de Estados Unidos que restrinja el acceso al fármaco.
El grupo Alliance for Freedom, que representa a cuatro organizaciones médicas antiaborto, pidió al Supremo que mantenga la decisión de un Tribunal de Apelaciones en Luisiana, que ordenó restringir el fármaco después de las primeras siete semanas de embarazo y prohibir que sea enviado por correo.
En el centro de la disputa legal, que llegó al Supremo a petición del Departamento de Justicia, está la autorización sanitaria que la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) dio hace 23 años a la mifepristona, usada en más de la mitad de abortos en el país.
En el documento legal, los abogados del grupo conservador aseguraron que “por décadas, la FDA ha eliminado todas las protecciones necesarias y significativas al aborto químico, demostrando un desprecio cruel por el bienestar de las mujeres” y los límites legales.
Según argumentaron, los proveedores médicos que representan han sufrido “daños” por la decisión de la FDA de autorizar el uso de la mifepristona, y entre ellos menciona “la realización forzada de abortos electivos contrarios a creencias profundamente arraigadas”.
El miércoles a medianoche expira una decisión del Supremo que congeló temporalmente el fallo de un juez en Texas que revocaba la autorización sanitaria que la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) dio hace 23 años a la mifepristona.
El Departamento de Justicia alegó la semana pasada ante el tribunal que, de entrar en vigor, la restricción a la mifepristona tendría graves consecuencias tanto para quienes quieren abortar como para la industria farmacéutica y la FDA.
Según el Instituto Guttmacher, una organización sin ánimo de lucro que apoya el derecho al aborto, el 54% de las interrupciones de embarazos en Estados Unidos en 2022 fueron con píldoras abortivas como la mifepristona o el misoprostol.
(milenio.com)