Bruselas.- Los países de la Unión Europea gastaron 11.3 mil millones de euros (12,9 mil millones de dólares) para repatriar inmigrantes indocumentados y otros 1.6 mil millón para proteger sus fronteras externas desde el año 2000.
De acuerdo con la investigación de un consorcio de periodistas europeos publicada por la prensa belga, el coste de expulsión de una personas sin papeles del territorio europeo se eleva a cuatro mil euros en promedios, de los cuales la mitad corresponde al transporte.
El documento precisa que España destina cada año unos 10 millones de euros para la manutención de la valla que bloquea las fronteras de Ceuta y Melilla, sus dos enclaves en Marruecos.
Por su parte, Grecia desembolsa más de siete millones de euros anuales en la barrera construida en su frontera con Turquía, revela el informe, resultado de seis meses de trabajo entre 20 periodistas y expertos en estadísticas.
Según los investigadores, los principales beneficiarios de esa política migratoria “son los grandes grupos industriales especializados, como Airbus, Finmeccanica y Thales”.
La Comisión Europea (CE) repartió entre los Veintiocho 3.8 mil millones de euros en ayudas a la seguridad de las fronteras entre 2014 y 2020.
Una cifra similar – 3.1 mil millones de euros – fue enviada por Bruselas a los gobiernos europeos para ayudar a la puesta en marcha de medidas de acogida de refugiados y asilados en el mismo período.
La publicación de la investigación ocurre en un momento en que la UE debate una propuesta para crear cuotas obligatorias de acogida de refugiados con el objetivo de tender la mano a las miles de personas que desembarcan clandestinamente en las costas europeas huyendo de regiones en conflictos.
Más de 600 mil extranjeros han solicitado asilo en la UE en 2014.
Muchos países exigen que la creación de nuevas plazas de asilo esté acompañada de un endurecimiento de la política de repatriación de los inmigrantes irregulares que buscan establecerse en la UE por motivos económicos.
De acuerdo con el consorcio de periodistas, los traficantes que ayudan a los sin papeles a llegar ilegalmente a la UE recaudaron cerca de 15.7 mil millones de euros en los últimos quince años.