Roma.- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) premió hoy el “gran esfuerzo” realizado por algunos países en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM).
La misión es reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre en 2015, o de dejarla por debajo del umbral del 5.0 por ciento. Entre las naciones galardonadas estuvieron Bolivia, Costa Rica y República Dominicana.
Las dos primeras fueron reconocidas por haber alcanzado la meta de los ODM, mientras que República Dominicana fue premiada por haber cumplido con la meta más ambiciosa de la Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA) de 1996 de reducir a la mitad el número total de personas con hambre.
La mayoría de los países evaluados por la FAO -72 de 129- han logrado la meta de los ODM, con las regiones en desarrollo en su conjunto quedando muy cerca del objetivo.
De esos 72 países hay 29 que han logrado además la meta más ambiciosa de la CMA de reducir a la mitad el número total de personas con hambre, según lo establecido por los gobiernos reunidos en Roma en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) en 1996.
Otros 12 han mantenido sus tasas de hambre por debajo del 5.0 por ciento desde al menos 1990.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, rindió homenaje a estos logros en la ceremonia que fue celebrada este domingo en la sede de la organización en Roma. “Desde 1990, 216 millones de personas se han liberado del yugo del hambre”, resaltó.
Sin embargo, advirtió que casi 800 millones de personas sufren aún subalimentación crónica. La FAO la define como un estado de privación de energía alimentaria que se prolonga durante más de un año.
Graziano da Silva instó a redoblar los esfuerzos mundiales para combatir la subalimentación crónica.
“Una de cada nueve personas en el planeta –dijo- no tienen aún alimentos suficientes para llevar a cabo una vida activa, sana y productiva. Es algo inaceptable”.
El año 2015 marca el final del período de seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que serán reemplazados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que están siendo negociados actualmente por la comunidad internacional.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible supondrán un compromiso mundial que apunta más allá de la reducción del hambre, pretendiendo a cambio su total erradicación, según el director general.
“Si todos ponemos de nuestra parte, podemos conseguir el hambre cero en el curso de nuestras vidas. Juntos podemos convertir esta visión en realidad”, añadió.
En la ceremonia de este domingo Bolivia (Estado Plurinacional de), Costa Rica, Laos (República Democrática Popular Lao), Mozambique, Nepal, Islas Salomón, Suriname y Uzbekistán recibieron un galardón por haber alcanzado la meta de los ODM.
Se sumaron así a otros países que obtuvieron reconocimiento por alcanzar este mismo objetivo en años anteriores.
Angola, China, República Dominicana, Gabón, Malí y Myanmar fueron premiados por haber logrado también la meta más ambiciosa de la CMA.
El informe de la ONU sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2015 (SOFI 2015) publicado en mayo pasado, señalaba que los países que han avanzado en la lucha contra el hambre han disfrutado de condiciones políticas estables y promovido el crecimiento económico incluyente y el desarrollo de la agricultura, la pesca y la silvicultura.
Muchos de ellos habían establecido igualmente políticas encaminadas a promover y proteger el acceso a los alimentos.
Dijo también que mejorar la productividad de los agricultores familiares en pequeña escala -incluyendo mujeres y jóvenes- y fortalecer los mecanismos de protección social, son factores clave para la promoción de un crecimiento inclusivo, junto con mercados que funcionan adecuadamente.
Por el contrario, los conflictos, la inestabilidad política o los desastres naturales -incluyendo las que se derivan del cambio climático- a menudo dan lugar a crisis prolongadas que incrementan la vulnerabilidad y la inseguridad alimentaria.
El SOFI añadía que para hacer frente a estas crisis prolongadas se necesita un firme compromiso político, respeto a los derechos humanos básicos e integración de la asistencia humanitaria y el desarrollo.