Washington.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó hoy que inició un proceso penal contra tres ciudadanos rusos por presuntas actividades de espionaje en Nueva York y desmanteló de paso una red de reclutamiento de espías.
“Estos cargos demuestran el compromiso firme de combatir intentos de agentes encubiertos para ilegalmente reunir inteligencia y reclutar espías dentro de los Estados Unidos”, señaló en un comunicado el procurador general Eric Holder.
Evgeny Buryakov, alias “Zhenya”, fue arrestado en el barrio del Bronx por sus actividades como agente de inteligencia encubierto a nombre de la Federación Rusa, indicó Holder.
Explicó que la ley estadunidense prevé que los agentes de Rusia deben notificar su estatus al Departamento de Justicia, una obligación que Buryakov omitió.
Holder añadió que también se iniciaron sendos procesos contra Igor Sporyshev y Victor Podobnyy, quienes están fuera de Estados Unidos, pero trabajaron en contubernio con Buryakov.
Señaló que debido a que Sporyshev y Podobnyy se desempeñaban como funcionarios rusos en Estados Unidos tenían inmunidad diplomática que los protegió de ser arrestados y procesados por la justicia.
Apuntó que en 2014 Buryakov se reunió varias veces con una fuente confidencial que trabajaba para la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) que se hizo pasar como representante de un inversionista acaudalado con interés por invertir en casinos en Rusia.
Agregó que Buryakov mostró en esas entrevistas su interés por obtener información de sujetos “muy por fuera de su alcance como trabajador de un banco”.
Asimismo indicó que el ciudadano ruso aceptó documentos que el estadunidense le dijo consiguió de una agencia gubernamental de Estados Unidos “que contenían información potencialmente útil para Rusia”.
Dicha información presuntamente incluía datos relacionados con las sanciones económicas que Estados Unidos impondría a Rusia.
La información recabada por el FBI contra los tres incluye intentos de reclutar empleados de grandes compañías y mujeres jóvenes y ciudadanos rusos ligados a universidades neoyorquinas como fuentes de inteligencia para el Servicios de Inteligencia Extranjera de Rusia.
Holder agradeció el trabajo de la División de Contrainteligencia del FBI gracias al cual se desmanteló la red de reclutamiento de espías.