Saná.- El grupo extremista Estado Islámico (EI) se atribuyó hoy los atentados con coches bomba que sacudieron la víspera varias mezquitas y un edificio de esta capital, que dejaron al menos cuatro muertos y más de 60 heridos, según fuentes oficiales.
En un mensaje difundido a través de su cuenta en Twitter, el ala del EI en Yemen, aseguró que los atentados fueron perpetrados por sus combatientes en venganza a las atrocidades cometidas por los rebeldes chiítas houthi, que controlan amplías zonas del país, contra los sunnitas.
Al menos cuatro coche bomba explotaron la víspera frente a tres mezquitas del centro y norte de Saná y un edificio de oficinas utilizado por los rebeldes houthi, que el EI calificó como el “escondite del infiel y criminal Taha Al Mutauaqil”, un dirigente de la milicia chiíta.
“Combatientes del Estado Islámico han detonado cuatro coches bomba en Saná como venganza de los musulmanes contra los apóstatas houthi”, destacó el mensaje del grupo extremista, que declaró el año pasado un califato en regiones de Siria e Irak que tiene en su poder.
Las explosiones, agregó el EI, estuvieron dirigidas contra las mezquitas Al Qabsy, Al Qubba y Al Jadra, en el centro de Saná, y la oficina política del movimiento de los houthi, en el norteño barrio capitalino de Al Yaraf, según reporte de la cadena Al Bawaba.
El grupo extremista aseguró que las detonaciones dejaron decenas de muertos y heridos, aunque la agencia de noticias Saba, que está bajo control de los rebeldes, aseguraron que cuatro personas perdieron la vidas y otras 60 sufrieron lesiones a consecuencia de los atentados.
La filial yemenita del Estado Islámico perpetró recientemente ataques contra mezquitas frecuentadas por los chiítas y cercanas al movimiento rebelde de los houthi, pertenecientes a la secta Zaidi, una rama chiíta del Islam.
Los atentados fueron los más grave de este tipo en Yemen, desde el paso 20 de marzo, cuando atacantes suicidas provocaron la muerte de al menos 137 fieles e hirieron a cientos más durante una serie de ataques similares a dos mezquitas de la ciudad, durante las oraciones del viernes.
El EI, antes conocido como Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) ha intensificado sus operaciones en Yemen, donde Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) había dominado durante mucho tiempo.
Los atentados se registraron horas después de que combatientes houthi hicieron volar la casa del político, Abdel-Aziz Jubari, uno de los delegados del gobierno del presidente de Yemen Abd Rabbuh Mansur Hadi, que asiste a las conversaciones de paz que se celebran en Ginebra.
La negociaciones entre representantes del gobierno y los rebeldes buscan desde el martes pasado un acuerdo para poner fin a la violencia en Yemen y abordar la crisis humanitaria, aunque hasta ahora no se ha alcanzado.
La República de Yemen ha permanecido sumergida en el caos desde septiembre pasado, cuando rebeldes houthi invadieron Saná, obligando al presidente Hadi a refugiarse en Aden, a fines de marzo pasado cuando ante el avance rebelde huyó a Arabia Saudita, donde sigue hasta ahora.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el conflicto en Yemen ha causado la muerte de al menos dos mil 600 personas y heridas a ocho mil más, además de afectar a unos ocho millones de yemenitas, quienes afrontan una grave crisis humanitaria.