Buenos Aires.- La Universidad de Buenos Aires (UBA) quedó envuelta en un escándalo tras un espectáculo porno con sexo en vivo en los pasillos de la Facultad de Ciencias Sociales, como parte de unas jornadas extracurriculares denominadas “Miércoles de placer”.
La difusión de fotos y videos de desnudos, masturbaciones y sexo grupal en las redes sociales desataron un debate moral y político, ya que organizaciones estudiantiles de izquierda acusaron de la organización de la performance a grupos afines al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Actores y actrices del movimiento conocido como “posporno” se instalaron la víspera por la tarde en el hall de la Facultad, se despojaron de la ropa y, cubiertos apenas con escasos accesorios de cuero, se acostaron en las mesas, organizaron penetraciones en trío y se masturbaron unos a otros.
El rector de la UBA, Alberto Barbieri, advirtió que habrá sanciones contra los responsables porque nadie solicitó autorización alguna para montar un espectáculo de sexo en vivo.
“La UBA tiene pluralidad de ideas y se respeta la libertad de cátedra, pero no comparto que esto se haya hecho en un lugar público, donde podrían haber pasado hasta menores de edad”, afirmó.
Más allá de la inicial y obvia indignación conservadora, el escándalo mutó cuando la presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (CECSO), Lucía Romero, militante del Partido Obrero, denunció que la performance organizada por las autoridades de la carrera de Comunicación tenía motivos políticos.
“Hoy se instalaron en nuestra mesa y la de otros partidos de izquierda, creemos que esto es una provocación de las autoridades kirchneristas de la facultad. Hicieron pis en las mesas y se negaron a limpiarlo”, dijo.
El CECSO emitió más tarde un comunicado al que tituló “Una gestión que coje, mea y no limpia”, en el que denunció que la actividad podría haberse desarrollado en la dirección de la carrera, en el auditorio, en la oficina de cualquiera de sus funcionarios organizadores o en las mesas de las agrupaciones que militan en el gobierno.
“Sin embargo, la actividad se montó sobre las mesas de las fuerzas de izquierda que conducen el Centro de Estudiantes. Queremos decir que no solamente no nos consultaron sino que, después de orinar y eyacular sobre nuestros materiales, no limpiaron y dejaron preservativos usados acompañados por proclamas contra el Centro”, señaló.