Los Angeles.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que es tiempo de terminar con la era de las crisis prefabricadas, hacer a un lado la política y concentrarse en hacer lo que es mejor para el país.
El mandatario hizo sus observaciones en un artículo publicado este martes en el periódico La Opinión, titulado “Avanzando para arreglar nuestro sistema de migración”.
Obama expresó su confianza “en que las medidas que tomé por mi cuenta para arreglar nuestro sistema de migración tarde o temprano se implementarán”.
“Nuestro sistema de migración por décadas no ha funcionado. Nuestro país valora profundamente la equidad, pero nuestro sistema migratorio ha sido igualmente injusto con las empresas, los trabajadores y las familias”, sentenció.
“Eso es algo que, como presidente he tratado de cambiar. Nos hemos enfocado en asegurar nuestras fronteras y, hoy en día, los recursos que el Departamento de Seguridad Nacional dedica a la seguridad en la frontera suroeste se encuentran en su punto más alto”, indicó.
Obama expuso que desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, en enero de 2009, “las detenciones en la frontera, una medida clave para detener los cruces ilegales, se encuentran en su nivel más bajo desde la década de los años 70”.
Asimismo, el número de personas indocumentadas “viviendo en Estados Unidos ha dejado de crecer por primera vez en décadas”, abundó.
También se trabaja con el congreso para arreglar de manera integral el “sistema de inmigración que no funciona”, añadió.
Obama recordó que 68 legisladores republicanos, demócratas e independientes aprobaron un proyecto de ley de sentido común en el Senado para reformar el sistema de migración, el cual al mismo tiempo que ayuda al crecimiento de la economía estadunidense, reduce los déficits.
“Sin embargo, por más de un año y medio, los republicanos en la Cámara de Representantes han impedido que este proyecto de ley bipartidista llegue a mi despacho”, lamentó.
“En 2012, di el primer paso para ayudar a cientos de miles de ‘dreamers’, jóvenes que fueron traídos a este país cuando eran niños, que viven y trabajan en este país al que ellos llaman su hogar”, anotó.
A finales de 2014, ante la constante negativa de actuar de los republicanos del Congreso, “con mi autoridad tomé medidas de sentido común para arreglar lo más posible nuestro sistema de migración que no funciona”, reiteró.
“Las medidas que anuncié nos ayudarán a asegurar frontera, a dar prioridad y enfocar nuestros recursos y a responsabilizar a millones de inmigrantes indocumentados exigiéndoles que se sometan a una investigación de antecedentes penales y que paguen impuestos a fin de permanecer temporalmente aquí, sin miedo a ser deportados”, mencionó.
El presidente estadunidense aseguró que esas medidas son buenas para la economía nacional y para las familiar, “también son el tipo de medidas que han tomado todos los presidentes republicanos y todos los presidentes demócratas en los últimos 50 años”.
“Son coherentes con las leyes aprobadas por el Congreso y los fallos de la Corte Suprema”, puntualizó.
“Es comprensible que, no obstante, se haya otorgado tanta atención recientemente a una decisión individual de la corte en Texas, en respuesta a una demanda partidista que retrasa estas medidas legales y de sentido común”, dijo.
Pero, advirtió que el Departamento de Seguridad Nacional continuará proporcionando información.
“No se equivoquen, estoy en desacuerdo con el fallo de este juez”, enfatizó.
La víspera, el Departamento de Justicia solicitó a la corte una suspensión de emergencia de esta decisión equivocada, y ya ha presentado un aviso de recurso de apelación.
El presidente afirmó que su administración disputará esta decisión con todas las herramientas disponibles, “y tengo plena confianza en que estas acciones, en última instancia, prevalecerán”.
Obama anticipó que los agentes de migración continuarán concentrando los limitados recursos de orden público en delincuentes, no en familias.
“Confío que las medidas que tomé por mi cuenta para arreglar nuestro sistema de migración tarde o temprano se implementarán”, manifestó.
“Pero, también sigo creyendo que estas medidas no substituyen la acción del Congreso. Tenía esperanzas que un nuevo Congreso liderado por los republicanos intentaría gobernar de manera responsable”, dijo.
“Esto es respaldando soluciones de sentido común para uno de los desafíos más grandes de nuestro país, así como lo intentaron el presidente (George W.) Bush y el senador (John) McCain hace casi una década”, dijo.
Sin embargo, lamentó que en lo que en la práctica se observa es la deportación “de jóvenes que son estadunidenses en todos los aspectos excepto en los papeles”.
“Hemos oído amenazas irresponsables para cerrar el Departamento de Seguridad Nacional, la misma agencia encargada de asegurar nuestras fronteras y de proteger la seguridad de las personas que viven en Estados Unidos, por ninguna otra razón que un desacuerdo partidista sobre mis acciones”, agregó.
Advirtió que luchará contra todo intento de retroceder en el progreso que se ha logrado o de separar a familias en Estados Unidos.
“Espero tener la oportunidad de trabajar con todos aquellos que deseen construir sobre las mejoras que hemos establecido y que deseen arreglar nuestro sistema de migración que no funciona, de una vez y para siempre”, subrayó el presidente.
Recordó que a través “de nuestra historia, la tradición de Estados Unidos de ser una nación de leyes y una nación de inmigrantes, nos ha moldeado y nos ha hecho mejores”.
“Si renovamos esa tradición, y construimos sobre ella para las futuras generaciones, no habrá límites para lo que podremos alcanzar”, enfatizó.