Bogotá.- El presidente colombiano Juan Manuel Santos arreció hoy sus críticas a los opositores al proceso de paz, que desde las redes sociales promueven una ruptura de las negociaciones con las FARC, que se adelantan desde noviembre de 2012 en Cuba.
“Es fácil, es muy fácil seguir hablando de guerra sentados en un escritorio o desde las ‘trincheras’ de las redes sociales”, dijo este martes el presidente colombiano durante la instalación de la tercera sesión del Consejo Nacional de Paz.
Aunque Santos no hizo referencias directas a ningún político o sector en particular, la realidad en este debate de guerra o paz, que viven los colombianos, el líder de la oposición es el expresidente Álvaro Uribe, quien es el más activo a través de su cuenta de Twitter, para rechazar las negociaciones con las FARC.
El mandatario afirmó: “¿Les han preguntado a quienes están en medio de las balas si resisten más guerra? ¿Les han preguntado a los campesinos y a las miles de familias que han puesto –y siguen poniendo– los muertos de esta guerra si eso es lo que quieren?”.
“Yo escojo la paz como puerto de destino. Asumo, como he asumido, los inmensos riesgos de buscarla, y mantengo, como ha tocado, la decisión de enfrentar la guerra, la guerra que no queremos, hasta que logremos terminarla”, señaló.
Santos insistió en la necesidad de buscar una salida negociada al conflicto colombiano y agregó: “Cincuenta años de guerra y más de 200 mil muertos deberían ser suficiente saldo trágico para convencernos de que seguirá regándose más sangre si no negociamos el fin de este conflicto”.
Explicó que “los conflictos, por duros que sean, por crueles que sean, y siempre son crueles, siempre terminan en una mesa de diálogo. Así nos lo ha enseñado la historia”.
No obstante, admitió que “dialogar entre adversarios no es fácil, no es sencillo. Toda negociación es difícil, más aún cuando el conflicto sigue vivo”.
Tras lamentar los recientes hechos violentos perpetrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el jefe de Estado resaltó la inconveniencia de acabar con el proceso de paz.
“Íbamos por un camino razonable donde los enfrentamientos y las muertes se habían reducido, pero las FARC, absurdamente, insistieron la semana pasada en seguir demostrando que tienen el poder de destruir vidas, de destruir familias, de destruir esperanzas”, subrayó.
El jefe de Estado concluyó: “Eso no puede seguir, no lo podemos soportar más años. Y eso es lo que algunos insisten en perpetuar al sugerir que acabemos con el proceso de paz”.