Los médicos de India realizan el sábado una huelga de 24 horas en protesta por la violación y asesinato de una joven doctora que conmocionó al país y canaliza desde hace días la indignación por su problema crónico de violencia contra las mujeres.
El cuerpo de esta doctora de 31 años fue hallado con múltiples heridas el 9 de agosto en el hospital público donde trabajaba en Calcuta, en el este de India.
El cadáver fue encontrado en un anfiteatro de ese hospital universitario, lo que sugiere que la joven había ido allí a descansar durante su largo turno de guardia de 36 horas.
La autopsia confirmó la agresión sexual y los padres de la víctima dijeron, en una petición al tribunal, sospechar que su hija fue víctima de una violación en grupo.
Doctores y otros profesionales sanitarios iniciaron entonces protestas en todo el país, a las que se unieron decenas de miles de ciudadanos de a pie.
El sábado por la mañana, la Asociación Médica India (IMA) intensificó las protestas con un “cese nacional de servicios” de 24 horas y la suspensión de todas las intervenciones médicas no esenciales.
“Pedimos la comprensión y el apoyo de la nación en esta lucha por la justicia para sus médicos y sus hijas”, declaró R.V. Asokan, dirigente de IMA.
“El turno de guardia de 36 horas de la víctima y la falta de un lugar seguro para descansar justifican una revisión completa de las condiciones de trabajo y de vida de los médicos residentes”, subrayó IMA, calificando el asesinato de “barbarie”.
Comportamientos monstruosos
Los médicos reclaman que se aplique correctamente la denominada Ley de Protección Central, cuyo objetivo es salvaguardar de la violencia al personal sanitario.
La policía de Calcuta fue acusada de gestionar mal el caso y el Tribunal Superior de la ciudad lo transfirió el martes a la Oficina Central de Investigación, una agencia federal, para “inspirar confianza a la población”.
Por su parte, el primer ministro indio, Narendra Modi, pidió que “se castiguen severa y rápidamente” los “comportamientos monstruosos contra las mujeres”.
“Las manos que curan no deberían sangrar”, rezaba un cartel escrito por un manifestante en Calcuta, donde miles de personas celebraron una vigilia con velas hasta altas horas de la madrugada del sábado. “Ya basta”, decía otra pancarta en una manifestación en la capital, Nueva Delhi.
Los médicos de los establecimientos públicos de varios estados ya habían cesado desde el lunes los tratamientos no urgentes por una duración “indeterminada” para reclamar más seguridad.
Las agresiones sexuales contra las mujeres son un problema crónico en India, con una media de casi 90 violaciones diarias denunciadas en 2022, en un país de mil 400 millones de habitantes.
La violación y el asesinato de una joven en un autobús de Nueva Delhi en 2012 conmocionó al mundo y desató inmensas manifestaciones en el país.
Bajo la presión de la opinión pública, el gobierno indio promulgó condenas más duras para los violadores, e incluso la pena de muerte para los reincidentes.
(milenio.com)