A 15 días de haber sido electo por los republicanos como presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson tiene el dudoso honor de haberse convertido en uno de los lideres legislativos más polémicos de todos los tiempos, con calificativos como el de “extremista” y el de “fundamentalista” por su ortodoxia pro Trump, su religiosidad y su posición contra la migración, los derechos de los homosexuales y el aborto.
“Sufrimos una invasión de masas irrespetuosas de la ley que están inundando nuestras fronteras procedentes de más de 160 países. La seguridad del pueblo americano es amenazada y niños inocentes son secuestrados, violados y asesinados por los traficantes de personas”, le gritó al secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, durante una audiencia legislativa.
Evangélico cristiano, Mike Johnson es un abogado constitucionalista de 51 años y su aspecto es más cercano al de un profesor universitario que al de un fanático religioso. Usa lentes, un corte de pelo clásico y representa a Luisiana, aunque no arrastra el característico pesado acento sureño de los residentes de ese estado.
Cuando fue electo hace dos semanas por 220 votos a favor y 209 en contra para reemplazar a Kevin McCarthy en la misión imposible de gobernar a la indisciplinada bancada republicana de la Cámara de Representantes, sugirió que llegó a ese puesto por mandato divino.
“Creo que la Escritura, la Biblia, es muy clara: que Dios es el que elige a los que tienen autoridad. Él los eligió a cada uno de ustedes. A todos nosotros”, dijo en su primer discurso como líder.
Desde ese momento, Mike Johnson ha salpicado sus discursos con pasajes bíblicos, consistente con las posiciones como ex abogado del Alliance Defense Fund, una organización cristiana conservadora donde fue autor de editoriales en los cuales denunció la homosexualidad como un estilo de vida “inherentemente no natural” y “peligroso”.
Manipulación bíblica
Jen Psaki, la ex portavoz de Barack Obama en la Casa Blanca y conductora de un popular programa de televisión en MSNBC, se ha convertido en una de las más duras críticas de Johnson, en especial porque el legislador de Luisiana fue uno de los ideólogos de “La Gran Mentira”, consistente en asegurar que Joe Biden le robó a Donald Trump las elecciones presidenciales de 2020.
“Me encantaría saber qué pasaje de la Biblia le dijo a Johnson que se convirtiera en uno de los más importantes arquitectos detrás de los esfuerzos de Trump para subvertir la elección de 2020. ¿Acaso Dios le murmuró al oído que al ignorar a la Constitución ignorara a millones de votantes?”, señaló Psaki. En su opinión, Johnson es un “fundamentalista cristiano”.
Cuando una reportera quiso hacerle a Johnson una pregunta, durante su primera aparición como presidente de la Cámara baja, sobre su papel en el intento de golpe de Estado del 6 de enero de 2021, Johnson evitó responderle, pero la joven fue abucheada por los simpatizantes del legislador. La demócrata Alexandria Ocasio-Cortez califica desde entonces a su compañero de recinto como un “extremista”.
“El congresista Johnson tiene posturas muy problemáticas sobre el derecho de la mujer a decidir si quiere ser madre, hasta los derechos de la comunidad LGTB y también con el tema de la migración. Puede incluso ser una persona que manipule las conclusiones electorales del próximo año como intentó hacerlo con Trump”, sostiene la estratega demócrata Vanessa Cárdenas.
Hasta el momento su más importante decisión ha sido bloquear la petición de emergencia de Biden por 106 mil millones de dólares para aprobar ayuda de emergencia para Israel, Ucrania y para reforzar la seguridad en la frontera con México.
Johnson partió la iniciativa en dos: votó y aprobó separadamente la ayuda a Israel, lo que le valió un veto presidencial. Su misión ahora es aprobar en los próximos días un paquete que incluye el apoyo a Ucrania y el presupuesto fronterizo, lo cual es visto por los demócratas como una estratagema para infiltrar duras medidas contra los migrantes como condición para respaldar el apoyo al gobierno de Volodímir Zelenski.
Mike Johnson no se ha inmutado por sus críticos y después de días de silencio decidió responderles durante una entrevista a modo en Fox News.
“Hay industrias enteras que están diseñadas para derribar a líderes públicos, líderes políticos eficaces como yo. No me sorprende eso. Quiero decir, viene con el territorio. No me molesta en absoluto. Solo desearía que me conocieran. No estoy tratando de establecer el cristianismo como la religión nacional o algo así. No se trata de eso en absoluto”, sostuvo.
(milenio.com)