Roma.- El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi llamaba “niñas” a las mujeres que alegraban sus veladas, según nuevas interceptaciones de sus conversaciones telefónicas difundidas hoy por medios locales.
Las escuchas, que la tarde del jueves fueron la principal noticia en las páginas digitales de los diarios, forman parte del expediente del juicio en el que el empresario Gianpaolo Tarantini y otras seis personas son acusados de inducción a la prostitución por reclutar mujeres para Berlusconi.
En una de las conversaciones, que data de 2008, el ex gobernante italiano preguntaba a Tarantini si las chicas que llevaría a sus fiestas eran guapas y le revelaba que con él irían sus “niñas”.
“Tengo dos niñas pequeñas que hace mucho tiempo no veo, una es periodista en la Rai (la televisión pública), no en Mediaset (la televisora de su propiedad), es una napolitana muy simpática y dulce, otra es una niña de 21 años, brasileña, que me ha llorado en el teléfono diciendo que la tenía olvidada”, decía Berlusconi.
Por su parte, Tarantini le prometía que le enviaría “un angelito” para hacerle pasar un dolor en la espalda.
Pero en la plática Berlusconi, que actualmente tiene 78 años de edad, se mostraba muy ofendido porque había salido a la luz que algunas de sus amigas eran menores de edad.
“Estas mentiras son una cosa verdaderamente demencial, leo en todas las agencias internacionales que soy acusado de frecuentar a muchachas menores de edad, una cosa de locos”, se indignaba.
Aseguraba que en su lista de candidatas a elecciones administrativas no había ninguna “velina” (edecanes o modelos televisivas) y que las parlamentarias de su partido eran las mejores, mientras que las de la izquierda, en particular la actual diputada Rosy Bindi, eran “un asco”.
También reconocía ante Tarantini que en una de sus fiestas participarían solamente “viejitos”, pero con poder suficiente para colocar a las chicas en el mundo de la televisión.
Asimismo, el ex primer ministro se ufanaba de haber sido el único líder mundial, además del Papa, en ser recibido sin problemas por el entonces presidente estadunidense George W. Bush y aseguraba que sus recetas para superar los problemas financieros eran seguidas a pie de juntillas por los gobernantes europeos.
El juicio contra Tarantini y otras seis personas es uno de los tantos procesos abiertos, luego de que se conociera que decenas de mujeres se prostituían en las fiestas del ex primer ministro.
Aunque Berlusconi fue absuelto en la segunda instancia del proceso Ruby, para este mes se espera que la Corte Suprema emita el veredicto definitivo, que podría anular o confirmar esa decisión.
Además, contra el ex gobernante podría abrirse un enésimo juicio, pues los fiscales de Milán están por cerrar la indagación instructora en la que se cree que corrompió a decenas de mujeres para que no declararan en su contra en el caso Ruby (en el que fue acusado de concusión y prostitución de menores).