Nueva York.- El desfile de San Patricio, organizado cada 17 de marzo en Nueva York como una homenaje de la ciudad a su herencia irlandesa, reunió este martes a unos dos millones de personas, entre espectadores y participantes de la procesión.
La cifra de personas que acudieron al desfile no contempla el ingente número de jóvenes que toman las calles de la ciudad para festejar en los bares al santo patrono de Irlanda, país cuyos inmigrantes representan una de las etnias fundacionales de Nueva York.
Iniciado en 1762, el desfile es considerado una de las tradiciones populares más antiguas de la ciudad. Su mariscal de este año fue el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, quien al arranque del desfile ofició una misa precisamente en la catedral de San Patricio.
Comenzado a las 11 de la mañana, el desfile avanzó cerca de 80 cuadras sobre la exclusiva Quinta avenida, y se destacó este año por ser el primero en incluir un contingente gay de trabajadores del canal de televisión NBC.
La exclusión de contingentes de la comunidad Gay, Lésbico, Bisexual y Transexual (LGBT) en años anteriores ha sido una fuente de disputa entre la comunidad irlandesa de la ciudad, así como entre algunos de sus funcionarios electos.
Como consecuencia, el alcalde Bill de Blasio asistió a la misa presidida por Dolan, pero rechazó formar parte del desfile debido a que la concesión de los organizadores de permitir la participación de un solo grupo gay no era suficiente, a su juicio, para una ciudad como Nueva York.
Asimismo, como es una tradición anual, el alcalde celebró en su residencia un desayuno para conmemorar la fecha, durante el cual reconoció la herencia irlandesa y las tradiciones políticas progresistas que habían traído a la ciudad.
En su mensaje, además, resaltó la importancia que tiene para Nueva York aceptar a nuevos inmigrantes y, en ese sentido, reiteró su apoyo a la acción ejecutiva del presidente Barack Obama, que beneficiaría a inmigrantes indocumentados.
“Honramos la herencia cuando nos aseguremos de que la siguiente generación de inmigrantes tendrá una oportunidad, por eso luchamos para proteger la acción ejecutiva de reforma migratoria, para que los casi 12 millones de personas (sin documentos) puedan ser tratados con decencia”, enfatizó.