Irán ejecutó al menos a 354 personas en la primera mitad de 2023, un aumento de 36% con respecto al mismo periodo de 2022, según la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos acusan a Irán de haber aumentado el uso de la pena de muerte como un medio de reprimir la ola de protestas que comenzó en septiembre pasado por el fallecimiento de la joven Mahsa Amini mientras estaba detenida por violar supuestamente el estricto código de vestimenta que deben cumplir las mujeres.
IHR destacó que su preocupación porque hay una desproporcionada cantidad de personas de etnias minoritarias entre los ejecutados. Un 20% fue de la minoría baluche, que es una población sunita.
“La pena de muerte es utilizada para generar miedo en la sociedad e impedir otras manifestaciones”, indicó el director del IHR Mahmood Amiry Moghaddam.
“La mayoría de las personas ejecutadas son ciudadanos calificados como de segunda, de las comunidades más marginalizadas”, agregó.
El gobierno iraní ejecuta a más condenados que ningún otro país, con la excepción de China, según varios organismos civiles de defensa de los derechos humanos, incluyendo Amnistía Internacional.
En 2022, 582 personas fueron ejecutadas, un aumento del 75 por ciento con respecto a 2021, según IHR.
Diez mujeres bahá’ís ejecutadas
En las últimas semanas, el tema en torno a las ejecuciones en Irán ha tomado mayor relevancia al recordarse el pasado 18 de junio los 40 años del ahorcamiento de 10 mujeres bahá’ís en una plaza de la ciudad de Shiraz por parte de las autoridades locales.
Ese aniversario fue el detonante para que la Comunidad Internacional Bahá’í lanzara una campaña mundial, llamada #OurStoryIsOne, para “honrar a las ejecutadas y la larga lucha por la igualdad de género vivida por mujeres de todas las confesiones y orígenes en Irán durante muchas décadas y que continúa hasta el día de hoy”.
De acuerdo a Simin Fahandej, representante de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas en Ginebra, “la historia de las 10 mujeres bahá’ís no ha terminado. Fue un capítulo de la historia de la resistencia y el sacrificio de las mujeres iraníes por la igualdad”.
La Comunidad Internacional Bahá’í señala que tras la Revolución islámica de 1979 en Irán, las mujeres bahá’ís “que ocupaban puestos sociales destacados en el país fueron despedidas de sus trabajos, detenidas y encarceladas, torturadas o ejecutadas. A las que quedaron con vida se les prohibió el acceso a las universidades, al empleo público y a prácticamente todos los aspectos de la vida social”
En honor a esas 10 mujeres de Shiraz muertas, la Comunidad Internacional Bahá’í comenzó una campaña mundial que inició el mes pasado y tendrá una duración de un año.
En el marco de esa campaña, este grupo religioso afirma que el 18 de junio de 1983, 10 mujeres bahá’ís (de entre los 17 y los 50 años de edad) fueron ejecutadas en la horca en Shiraz al negarse a renunciar a sus creencias.
(milenio.com)