Damasco.- Al menos 18 personas murieron hoy cuando el Ejército sirio lanzó un barril explosivo sobre un barrio rebelde de Alepo, en el norte de Siria, a un día del ataque contra un cuartel de los servicios de inteligencia sirios en la ciudad, que dejó 34 fallecidos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) precisó que 18 civiles murieron, ocho de ellos quemados, luego que un helicóptero de régimen sirio lanzó un barril explosivo contra personas que compraban combustible en el barrio rebelde de Qadi Askar, en el este de Alepo.
Otros medios de comunicación dan cuenta de 25 muertos, pero lo cierto es que la cifra de víctimas mortales podría elevarse debido a la gravedad de varios heridos.
Las bombas barril son grandes recipientes rellenos de material explosivo y esquirlas de metal que son especialmente destructivas por su alcance.
El hecho tuvo lugar un día después de que 34 personas perdieron la vida en un ataque rebelde contra un cuartel de los servicios de inteligencia sirios en Alepo y en enfrentamientos que suscitaron entre las tropas sirias y los insurgentes.
20 de los fallecidos son efectivos gubernamentales y 14 rebeldes, explicó Rami Abderahman, director del OSDH, con sede en Londres pero que cuenta con activistas en Siria.
El ataque se inició con una fuerte explosión que sacudió la base de la Inteligencia Aérea, situada en el barrio de Yamiat al Zahra, en el oeste de Alepo, lo que causó el derrumbe parcial del edificio.
Asimismo, también en Alepo, al menos seis civiles murieron y otros 30 resultaron heridos por el disparo de proyectiles por parte de los rebeldes contra áreas bajo control de las fuerzas gubernamentales en los barrios de Jalediya y Salahedin, agregó el OSDH.
En entrevista a la televisión portuguesa RTP, el presidente sirio, Bashar al-Assad, criticó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) por su incapacidad de proteger a los civiles en Siria conforme a las normas de derecho internacional.
“La ONU y el Consejo de Seguridad, que supuestamente deben resolver los problemas, proteger la soberanía de los Estados, impedir las guerras, han sufrido una derrota en el cumplimiento de esa misión”, dijo al-Assad.
Afirmó que es evidente que “la ONU no ha podido proteger a los ciudadanos a nivel internacional, en países como Siria, Libia, Yemen y otros”.
El mandatario sirio destacó que, a pesar de que una parte del territorio de su país se encuentra en manos de grupos extremistas y el conflicto perdura ya cuatro años, “los sirios están dispuestos a seguir luchando contra el terrorismo y defender su tierra natal”.