Un ex congresista estadunidense, Joe García, y Ana Vettorazzi, representante de “USA Poultry and Eggs”, se pronunciaron por separado a favor de algo que hace solo dos años parecía imposible: reactivar el comercio y la inversión de Estados Unidos en Cuba, cuando la isla acaba de concluir su mayor campaña comercial internacional.
“Se ha abierto un espacio en Cuba” para las pequeñas y medianas empresas (mipymes) que son “100 por ciento privadas y no tienen ningún requerimiento de tener un socio en el gobierno (…); yo creo que esa es una novedad importante y es un espacio donde los que vivimos afuera como los que están adentro pueden crear su espacio”, dijo el ex legislador y empresario.
García, de origen cubano y ex legislador federal por el Estado de Florida en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se pronunció en esos términos en declaraciones al canal Florida Mega TV y a otros medios, luego de participar en octubre en La Habana en un foro de negocios entre los dos países, el primero desde que la administración de Donald Trump cerró la apertura a la isla abierta por el presidente Barack Obama.
Cuando el “deshielo” entre Washington y La Habana (2014-2017), la economía cubana estaba férreamente controlada por el Estado. No obstante, hoy el país cuenta con cinco mil 643 mipymes privadas, como resultado de una reforma estructural sin precedentes.
En este nuevo contexto, Ana Vettorazzi, representante del Consejo Exportador de carne de ave y huevos de Estados Unidos, afirmó a la prensa que “la aspiración es continuar la relación comercial y seguir abriendo más mercados” en la isla.
Vettorazzi fue una de las participantes en la Feria Internacional de La Habana clausurada el viernes, a la que acudieron empresarios de 60 países.
“Ha sido una feria en la que hemos visto nuevos importadores, el nuevo concepto comercial de todas las mipymes, así que para nosotros ha sido una feria bastante concurrida, no hemos parado y nos vamos muy contentos para seguir haciendo negocios”, afirmó.
La venta de alimentos es una excepción al bloqueo que mantiene Estados Unidos contra la isla, aunque las compras hay que pagarlas al contado y por adelantado.
Sin embargo, conocedores de las relaciones Estados Unidos y Cuba consideran “poco probable que Washington avance mucho más allá de las negociaciones migratorias en curso” con los cubanos.
México y España
En medio de una escasez agobiante de alimentos que augura un fin de año negro para los cubanos, México y España van liderando espacios en el comercio interior del país caribeño.
La empresa mexicana Richmeat , de las primeras en asentarse en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, situada al oeste de La Habana y concebida desde 2013 para captar inversión extranjera, lidera la comercialización de picadillo de carne en el mercado nacional, uno de los productos bases de la alimentación de los cubanos en tiempos de crisis e inflación. El alimento se comercializa a 30 pesos cubanos en envases de 400 gramos.
“Nuestro objetivo fue claro, muy claro, llegar a las más posibles mesas de las familias cubanas”, dijo Luis Alberto González Hernández, presidente de la empresa mexicana al depositar el jueves pasado la primera piedra de la segunda planta procesadora de productos cárnicos con que contará en la isla Richmeat de Cuba S.A.
Por su parte, empresas españolas son las más presentes en las tiendas estatales que comercializan en dólares estadunidenses mediante tarjetas magnéticas y este sábado la firma Picó comenzó la comercialización de turrones de jijona a 2.95 USD los envases de 400 gramos de ese alimento, altamente demandado por los cubanos en las fiestas de fin de año.
Pero la diferencia con Richmeat, es que en la isla son pocos los cubanos que tienen acceso al USD. En el mercado oficial se pagan 120 pesos por un dólar y en el informal hasta 180 pesos.
El ingreso base de un jubilado ronda los mil 500 pesos y “al cierre de 2021 el salario medio mensual más alto (en el sector estatal) llegaba a 7 mil 698 pesos”, según la oficial Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
(milenio.com)