El gobierno francés prometió pisar el acelerador en el proceso de vacunación contra el COVID-19 tras recibir una lluvia de críticas por la lentitud de su campaña, que avanza a paso de tortuga con respecto a otros países europeos. “Estamos ante un escándalo de Estado”, estimó este lunes (04.01.2021) Jean Rottner, miembro del partido de oposición de derecha Los Republicanos (LR), quien exigió que se “acelere” la vacunación en el país.
“Se están burlando de nosotros. ¡Hoy en día vacunarse es más complicado que comprar un auto!”, añadió el presidente de la región Gran Este, una de las más afectadas por la pandemia en Francia. Francia comenzó a vacunar el 27 de diciembre en las residencias de ancianos. Pero hasta el 1 de enero apenas 516 personas habían recibido la primera dosis, en comparación con más de 200.000 en Alemania y más de 85.000 en Italia, en el mismo periodo, y alrededor de un millón en Reino Unido, que comenzó la vacunación antes.
“Somos el hazmerreír del mundo. (…) Es vergonzoso”, indicó por su parte el vicepresidente del partido de extrema derecha francés RN, Jordan Bardella, que regularmente se aprovecha de este tipo de casos para evidenciar la supuesta decadencia de Francia. Mientras, para el eurodiputado ecologista Yannick Jadot la estrategia de vacunación de Francia es un “fiasco” y el presidente Emmanuel Macron es el único “responsable”.
Para intentar apagar la polémica, Macron convocó a una reunión de seguimiento de la campaña de vacunación el lunes por la tarde con los principales miembros de su gabinete. Su ministro de Salud, Olivier Véran, se dirigió antes a uno de los principales hospitales parisinos para defender la estrategia del gobierno. “Estamos gestionando las dosis como buenos padres de familia a medida que van llegando”, dijo ante la prensa.
(dw.com)