Ante el crecimiento de las minorías migrantes en Estados Unidos, se registra un aumento en el enojo de los pobladores de la llamada raza blanca porque sienten que pierden el poder, situación que se traduce en diferentes complicaciones.
Richard Alba, investigador en sociología de la City University of New York (CUNY), explicó que los líderes del gobierno de Estados Unidos pertenecen en su mayoría a la generación baby boom, es decir, tienen de 55 a 75 años y está marcada por la segregación racial.
Las generaciones subsiguientes ya presentan mayor diversidad etno-racial, añadió el especialista.
En una conferencia de la Universidad Iberoamericana Puebla, el especialista destacó que la narrativa de la mayoría de las minorías está alimentando el enojo entre las personas blancas ante la sensación de pérdida de poder.
“En 2017, e14 por ciento de los nacimientos fueron de raza mixta; la mayoría, bebés de un padre hispano y otro blanco. Las proyecciones de los censos han señalado que, para 2035, las personas no caucásicas serán la mayoría en la población norteamericana. Esto se debe a que cualquiera que tenga un origen étnico mixto es considerado en las estadísticas como no blanco, aun cuando los instrumentos censales no reconocen todas las razas existentes”, comentó.
Señaló que lo que distingue los procesos de mezcla racial es que, al nacer en familias mixtas, los niños tienen aproximaciones a diferentes culturas y formas de ser en sociedad.
“Individuos de orígenes mixtos tienen identidades fluidas. No son constantes en la forma en que se presentan en los censos. Se habla de un proceso de asimilación cuando las categorías tradicionales de distinción etno-rracial se difuminan.
Ante integrantes de la comunidad universitaria de la Ibero Puebla, Alba agregó que Norteamérica se convierte en un estado en el que la raza ha dejado de ser fundamental en la experiencia social.
“Podemos verlo como entrar en el mainstream de la sociedad, donde el rol de los orígenes raciales ha disminuido. La asimilación expandió el fenotipo norteamericano y lo hizo más diverso”, apuntó.
Recordó que un momento clave en el proceso de asimilación ocurrió en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial.
“Los descendientes de católicos y judíos se incorporaron al canon norteamericano para dar origen a comunidades judeocristianas en sustitución de la tradición protestante. Durante este periodo, el matrimonio entre personas de diferentes etnias y religiones expandió la diversidad de raíces”, añadió.
(milenio.com)