Canberra.- Alrededor del nueve por ciento de todos los casos de violencia familiar reportados en Australia corresponden al creciente fenómeno de niños violentos, que inclusive obliga a sus padres a pedir protección de la policía.
En el sureste estado australiano de Victoria la policía fue llamada el año pasado para intervenir en cuatro mil incidentes de violencia donde los autores eran menores de edad.
El asistente del comisionado de policía, Dean McWhirter, dijo al programa de radio 7.30 de la Australian Broadcasting Corporation (ABC), que están muy limitados para actuar, pues los padres con frecuencia rechazan presentar cargos, ni la policía puede sacarlos de sus casas si los padres no dan su consentimiento.
Y cuando las autoridades de protección infantil intervienen, es más probable que ordenen el cambio de residencia de los parientes que del autor de la violencia, añadió.
Al respecto Jo Howard, de la Kidonan Uniting Care, experta en adolescentes y violencia, afirmó que cambiar de residencia a los hermanos u otros parientes no resuelve el problema, y solo castiga a la madre al separarla del resto de sus hijos.
El problema de la violencia familiar en Australia puede apreciase con el dato de que en 2014 ocasionó la muerte o incapacitó a una mujer menor a 45 años de edad cada semana en promedio.
La ministra de Prevención de la Violencia Familiar en Victoria, Fiona Richardson, afirmó que una mujer cada semana fue asesinada por su pareja en 2014, y alertó que las primeras cifras de 2015 señalan que ya son dos por semana las asesinadas por su pareja.
Sabemos que tenemos una crisis en las manos, pero ignoramos la extensión del daño que se causa, dijo la funcionaria a ABC.