Río de Janeiro.- El recién nombrado presidente del Congreso brasileño Eduardo Cunha dijo que “solo pasando por encima de su cadáver” el poder legislativo votará una eventual reforma del aborto, ilegal en Brasil salvo casos muy concretos.
“De ninguna forma voy a agendar para votación cambios legislativos. Va a tener que pasar por encima de mi cadáver para votar”, dijo el líder de la Cámara, de confesión evangélica, al diario Estado de Sao Paulo.
“En el tema del aborto soy radical”, reiteró, además se manifestó en contra de votaciones para introducir el matrimonio homosexual en la legislación.
Cunha fue elegido la semana pasada líder del Congreso, un cargo que en Brasil tiene un peso relativamente importante, al poder entre otras atribuciones marcar el ritmo de las votaciones, y su victoria supuso una derrota para el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que apoyaba a otro candidato de su propio partido.
Aunque las encuestas de opinión señalan que en torno al 65 por ciento de los brasileños se opone a la legalización del aborto, que en Brasil sólo es legal en casos muy concretos, la muerte cada año de decenas de mujeres en clínicas clandestinas generó un debate público al respecto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que anualmente se practican en torno a un millón de abortos en Brasil, y datos del sistema sanitario brasileño indican que la interrupción del embarazo en clínicas clandestinas es la quinta causa de muerte materna en el país.
Brasil, es la nación con el mayor número de católicos del planeta, con unos 123 millones de personas, el aborto es todavía tratado con reservas por los sucesivos gobiernos, y en las últimas elecciones ninguno de los candidatos presidenciales se posicionó a favor de la legalización de la interrupción del embarazo.