El timol, el carvacrol y la timohidroquinona son compuestos aromáticos del tomillo y el orégano. Además de tener un compuesto anticancerígeno, tienen propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
“Estos hallazgos proporcionan nuevos objetivos para la ingeniería de compuestos de alto valor en las plantas y otros organismos”, dijo Pan Liao, co-primer autor del artículo.
El tomillo y el orégano tienen un compuesto anticancerígeno, pero no basta con aumentar su cantidad en la dieta para lograr sus efectos. Un grupo de científicos ha trazado la ruta biosintética de ese elemento, lo que es un primer paso hacia su posible uso en productos farmacéuticos.
El timol, el carvacrol y la timohidroquinona son compuestos aromáticos del tomillo, el orégano y otras plantas de la familia de las lamiáceas. Este último ha demostrado tener propiedades anticancerígenas y es “particularmente interesante”, según un estudio que publica PNAS y encabeza la Universidad de Purdue (EE. UU).
La clave para aprovechar el poder de estas plantas está en amplificar la cantidad del compuesto creado o sintetizarlo para el desarrollo de fármacos.
El equipo dio el primer paso hacia el uso de este compuesto en productos farmacéuticos al trazar su ruta biosintética, “una especie de receta molecular de los ingredientes y pasos necesarios”, señaló la universidad en un comunicado.
Vía biosintética de la timohidroquinona
“Al comprender cómo se forman estos compuestos, abrimos una vía para diseñar plantas con mayores niveles de ellos o para sintetizar los compuestos en microorganismos para su uso médico”, indicó Natalia Dudareva, de la Universidad de Purdue y una de las directoras del estudio.
“Es un momento increíble para la ciencia de las plantas en este momento. Disponemos de herramientas más rápidas, más baratas y que proporcionan mucha más información. Es como mirar dentro de la célula; es casi increíble”, agregó.
El equipo descubrió toda la vía biosintética de la timohidroquinona, incluida la formación de sus precursores, el timol y el carvacrol, y los compuestos intermedios de corta duración que se encuentran en el camino.
Mediante la secuenciación del ARN y el análisis de correlación, el equipo examinó más de 80.000 genes de muestras de tejido vegetal e identificó los genes necesarios para la producción de timohidroquinona.
A partir de lo que se sabía sobre la estructura del compuesto y mediante el perfil de metabolitos y las pruebas bioquímicas, el equipo identificó la vía biosintética
“Estos hallazgos proporcionan nuevos objetivos para la ingeniería de compuestos de alto valor en las plantas y otros organismos”, dijo Pan Liao, otro de los autores.
Los resultados de esta investigación también serán útiles para la investigación en bioquímica y ciencias vegetales de otras especies de plantas, agregó Dudareva.
(dw.com)