Los 200 metros superiores del agua oceánica albergan una gran variedad de tipos de microorganismos y son escenario de un importante ciclo de circulación de carbono que había pasado desapercibido para los científicos hasta ahora. Un nuevo estudio ha logrado identificar las reacciones bioquímicas que unen algunas de sus formas de vida y un compuesto orgánico: el pentadecano.
Este hidrocarburo incoloro se encuentra de forma natural en el petróleo y su presencia en el océano se atribuía a los derrames de crudo que forman películas en la superficie del agua, pero las enormes cantidades de esta sustancia encontradas se deben en realidad a una causa natural, según explica un comunicado de la Universidad de California en Santa Bárbara.
Los vertidos de petróleo en el océano rondan un promedio de 1,3 millones de toneladas al año. Esta cifra incluye tanto los derrames de buques y pozos petroleros como el escape natural de crudo desde los yacimientos submarinos. Mientras tanto, las cianobacterias marinas producen entre 274 y 649 millones de toneladas anuales de pentadecano, mientras que otros microbios descomponen esta inmensa cantidad de hidrocarburo natural y también son potencialmente capaces de limpiar el océano en caso de un derrame industrial.
“Solo dos tipos de cianobacterias marinas agregan 500 veces más hidrocarburos al océano por año que la suma de todos los demás tipos de petróleo que ingresan al océano”, explicó el investigador Connor Love. Los términos “hidrocarburos” y “petróleo” son casi sinónimos en la ciencia ambiental, pero a diferencia de las mejor estudiadas contribuciones humanas en la contaminación del océano, el proceso descrito por Love y sus colegas “no representa un vertedero unidireccional”.
Los hidrocarburos emitidos por esos organismos unicelulares se extienden por el 40 % de la superficie del planeta y alimentan a otros microbios. Su circulación es continua y muy intensa: “Cada dos días se produce y consume todo el pentadecano del océano”, afirmó Love.
Los científicos detectaron asimismo la presencia de pentadecano en el agua de lluvia y determinaron que su origen es biológico al observar que su concentración crecía de forma paralela a la cantidad de células de cianobacterias hallada en las muestras.
Las conclusiones detalladas del estudio están recogidas en un artículo científico publicado el 1 de febrero.
(actualidad.rt.com)