Saná.- Al menos 46 personas murieron y más de 300 resultaron heridas, tras los bombardeos lanzados la víspera por la coalición árabe contra objetivos de los rebeles chiítas houthis en el occidente de esta capital, informaron hoy fuentes oficiales.
La coalición internacional, dirigida por Arabia Saudita, lanzó la víspera intensos bombardeos contra presuntos escondites de los rebeldes en el distrito de Hadda, entre ellos la base militar de Faj Attan, donde almacenaban misiles Scud.
La base pertenecía a la brigada de misiles de la élite de la Guardia Republicana, una unidad del Ejército que fue leal al ex presidente Ali Abdullah Saleh, que fue obligado a dimitir en 2012 después de una ola de protestas contra su régimen, y que ahora apoya a los rebeldes Houthis.
Las detonaciones se registraron en una zona donde se encuentra el Palacio Presidencial y muchas embajadas extranjeras y provocaron el rompimiento de ventanas de varios edificios, enormes columnas de humo y un número no cuantificado de víctimas.
Responsables de Salud de Yemen informaron que 46 personas murieron y al menos 300 más resultaron heridas cuando los aviones de combate golpearon la base militar de Faj Attan, según reporte de la televisión Al Yazira.
“Esto fue por mucho las más fuertes explosiones registradas hasta ahora en Saná. Cientos, si no miles de viviendas han sido dañadas, miles de personas tuvieron que huir de la zona”, destacó Hakim al-Masmari, redactor jefe de la televisora qatarí en Yemen.
A petición del gobierno yemenita, Arabia Saudita y otros países árabes comenzaron el 26 de marzo pasado una campaña aérea en varios puntos de Yemen con la esperanza de hacer retroceder a los houthi que se apoderaron de Saná en septiembre y han invadido varias partes del país.
Residentes locales afirmaron que los bombardeos y las explosiones subsecuentes prácticamente conmocionaron a la capital yemenita. “Fue como si las puertas del infierno estuvieran abiertas”, dijo un hombre que habitaba en una zona cercana a Faj Attan a la prensa internacional.
De acuerdo con el reporte de Al Yazira, una espesa nube de humo negro se elevaba esta mañana todavía en el cielo, sobre la zona de los bombardeos, donde decenas de casas y vehículos fueron destruidos, dejando las calles llenas de escombros.
Ante la intensidad de los bombardeos, que fueron condenados por muchos países, el canciller yemenita Riyadh Yassine, afirmó este martes que los países del Golfo podría lanzar un proyecto de reconstrucción para reconstruir el país después de que el conflicto haya terminado.
En tanto, el gobierno de Riad reiteró que los ataques aéreos de la coalición continuarán hasta que los rebeldes se rindan y el presidente de Yemen Abdo Rabu Mansur Hadi regrese a Yemen y retome el control del país.
El mandatario yemenita se vio obligado a huir a Arabia Saudita a fines del mes pasado, luego de que los milicianos chiítas llegaron a la portuaria ciudad de Aden, donde el gabinete yemenita se refugio a principios de año, cuando los rebeldes tomaron el control de Saná.
Pese a la intensidad de los bombardeos, el viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, indicó este martes que es muy probable que en las próximas horas se anuncie un alto el fuego en Yemen, según reporte de la agencia de noticias iraní Tasnim.
“Estamos optimistas en que en las próximas horas, después de muchos esfuerzos, veremos que los ataques militares en Yemen se detendrán”, afirmó el vicecanciller iraní, cuyo país es acusado de apoyar a los Houthis, pertenecientes a la comunidad Zaydi, una secta chiíta del Islam.
Pese a que la República Islámica niega cualquier apoyo a los rebeldes, el gobierno de Estados Unidos traslado este martes su buque de guerra “Theodore Roosevelt” en aguas de Yemen para interceptar a los buques iraníes que llevan armas a los houthis, que calificaron la medida con un asedio.