Washington.- La Casa Blanca defendió hoy la negativa del presidente Barack Obama de recibir al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, cuando visite la capital estadunidense en febrero próximo para ofrecer un discurso en una sesión conjunta del Congreso.
El vocero presidencial Josh Earnest desestimó la noción de que la negativa refleje un mal momento en las relaciones entre Estados Unidos e Israel.
Insistió que la razón fue la práctica habitual de no recibir a jefes de Estado o candidatos en víspera de elecciones en sus países.
La fecha para la visita del líder israelí está prevista dos semanas antes de que en su país se celebren elecciones parlamentarias, en las que es uno de los candidatos contendientes.
Earnest se refirió el quebranto del protocolo en los casos de jefes de gobierno al hacer notar la práctica común entre el Congreso y la Casa Blanca de coordinar este tipo de invitaciones y visitas.
“Ciertamente si nosotros hubiéramos tomado parte un poco en la planeación, habríamos aprovechado la oportunidad y probablemente habríamos hechos algunos cambios”, afirmó el portavoz a reporteros durante su habitual conferencia de prensa.
La Casa Blanca fue notificada de la visita minutos antes que el líder republicano John Boehner hiciera el anuncio ante la prensa el miércoles, en lo que fue caracterizado por algunos medios de prensa como un desdén al mandatario.
La invitación a Netanyahu a hablar ante el Congreso estadunidense, dominado por los republicanos, respondió a la amenaza de veto que Obama lanzó en su discurso sobre el estado de la nación, si el legislativo aprueba nuevas sanciones contra Irán.
Obama ha advertido que la imposición de nuevas sanciones acarrea el potencial de descarrilar estas negociaciones, y generar divisiones entre los países de la comunidad internacional que apoyan una salida negociada.
Tanto los republicanos como el primer ministro israelí se han manifestado en contra de las negociaciones que Estados Unidos conduce con Irán a través del grupo 5+1 en busca de acuerdo para solucionar la disputa sobre el programa iraní de enriquecimiento de uranio.
Algunos reporteros hicieron notar que si bien el presidente está opuesto a que Netanyahu haga cabildeo a favor de nuevas sanciones, el mandatario no tuvo objeción con las gestiones entre los legisladores que el primer ministro británico David Cameron lleva a cabo.
“Nosotros preferiríamos que el primer ministro israelí comparta el punto de vista del presidente sobre la manera como resolver las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el programa nuclear de Irán”, dijo.