Los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, sostuvieron este sábado una conversación telefónica, en la cual “discutieron los desafíos en nuestra frontera” y se comprometieron a continuar su asociación productiva.
La Casa Blanca informó que el presidente Biden agradeció a México el apoyo operativo y “tomar medidas concretas para disuadir la migración irregular” y al mismo tiempo ampliar las vías legales.
También informó que tanto Biden como López Obrador reiteraron su “compromiso compartido de reforzar nuestros esfuerzos conjuntos para contrarrestar las organizaciones criminales trasnacionales involucradas en el tráfico ilícito de drogas, armas y personas”.
Además, acordaron continuar la estrecha cooperación entre ambos gobiernos para mejorar las vidas de sus ciudadanos y promover oportunidades en todo el hemisferio occidental.
AMLO pide a Biden no cerrar frontera
El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al mandatario estadunidense, Joe Biden, regularizar a los mexicanos que tienen más de cinco años viviendo y trabajando en ese país, otorgar 20 mil millones de dólares en apoyos a los países expulsores de migrantes, suspender sanciones a Venezuela y levantar el bloqueo a Cuba para reducir los flujos migratorios.
En la llamada que sostuvo este sábado con Biden, López Obrador también le solicitó no construir muros ni cerrar la frontera, así como combatir el narcotráfico y el consumo de drogas químicas como el fentanilo y regular la venta y exportación de armas de Estados Unidos a México.
La Presidencia de la República informó que el mandatario mexicano resaltó que la plática con Joe Biden “fue muy provechosa, de mutuo interés, inspirada en el principio de la política de buena vecindad, amistad y cooperación”.
De acuerdo con la Presidencia, en la llamada con Biden, López Obrador reiteró su propuesta de atender las causas de la migración y manifestó que cualquier ley que no las considere, está condenada a convertirse en letra muerta.
El mandatario sostuvo que la conversación con Biden fue respetuosa, inspirada en la buena vecindad y la voluntad de cooperación y ambos coincidieron en que México y Estados Unidos son libres de definir sus propias políticas migratorias.
“No obstante, con la sinceridad que nos ha caracterizado, manifestamos al presidente Biden que cualquier ley aprobada en esta materia que ignore las causas del fenómeno migratorio y nos las atienda está condenada a convertirse en letra muerta”.
López Obrador también pidió a Biden mantener el programa de recepción de migrantes por vías legales y calificó como propaganda político-electoral, la política de construir muros.
Se pronunció además por reafirmar el compromiso de mantener relaciones de cooperación, amistad y respeto a sus respectivas soberanías, así como por un plan de desarrollo conjunto para impulsar la industrialización y el comercio en el marco del T-MEC para continuar fortaleciendo a América del Norte como región en el mundo y definir una estrategia para la integración económica en todo el continente.
La presidencia de la República resumió en 10 puntos los abordados entre Biden y López Obrador, que en primer lugar establece la “regularización de los mexicanos que llevan más de cinco años viviendo y trabajando honradamente en Estados Unidos”, seguida por “aprobar un presupuesto de 20 mil millones de dólares anuales para apoyar a países pobres de América Latina y el Caribe, donde sus pueblos por necesidad se ven obligados a emigrar”.
El tercer punto solicita “suspender sanciones a Venezuela para aminorar los flujos migratorios” y el cuarto “levantar el bloqueo a Cuba y no obstaculizar su desarrollo, con el fin de reducir los flujos migratorios”, seguido por la petición de mantener la recepción de migrantes, así como no cerrar la frontera y combatir el narcotráfico y consumo de drogas y regular la venta de armas, como octavo punto.
Los dos últimos tópicos se refieren a las vertientes económicas de la relación México-Estados Unidos.
(milenio.com)