Bruselas.- El secretario de Estado de Bélgica para la Migración, Théo Francken, criticó hoy la “débil contribución” de los países árabes ricos a la crisis de refugiados que está causando una oleada de naufragios de inmigrantes en el mar Mediterráneo.
“El occidente rico tiene una gran responsabilidad, pero no únicamente”, sostuvo en una carta abierta publicada en los medios belgas con motivo del Día Internacional de los Refugiados.
“Los dirigentes de los países árabes y africanos tienen, como mínimo, una responsabilidad igual. Su débil contribución a las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo es deplorable”, afirmó.
Francken señaló que, durante la conferencia internacional de donantes para Siria, celebrada en marzo pasado, “entre los ricos países del Golfo, sólo Kuwait propuso un montante importante”.
En la ocasión, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos sumaron, juntos, la mayor oferta de ayuda, por un valor de 1.5 mil millones de euros (unos 1.7 mil millones de dólares).
El secretario de Estado belga también advirtió de que las operaciones de salvamiento llevadas a cabo por los Veintiocho en las costas de Libia, de donde parte la mayoría de los barcos cargados de inmigrantes, “no es realmente sostenible a largo plazo”.
“Debemos osar ir más lejos, hasta el fondo del problema. Es crucial tener no solamente más, pero también mejor, colaboración y solidaridad europea”, abogó.
Según Francken, el actual contexto mundial “es francamente negativo” y la presión en las fronteras europeas “no disminuirá en los próximos años”.
Recordó que el número de refugiados en todo el mundo supera los 59 millones, “una cifra jamás vista desde la Segunda Guerra Mundial”, impulsada por la “barbarie medieval” del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, la falta de Estado en Libia y disputas tribales en varios países africanos.
Para los refugiados de esas partes del mundo, Europa “es una región mítica, una mancha de luz en la oscuridad”, que atrajo en 2014 más de 600 mil demandantes de asilo.