Tokio.- El poderoso tifón Noul avanza hoy hacia la sureña isla japonesa de Okinawa, con vientos de 216 kilómetros por hora (km/h), tras su paso por Filipinas, donde provocó la muerte de dos personas y el desalojo de más de tres mil residentes.
La Agencia Meteorológica de Japón emitió este lunes alerta para las islas de Okinawa y la región de Amami, en la Prefectura de Kagoshima, así como la isla de Kyushu, suroeste de Japón, por las intensas lluvias que trae consigo Noul.
En un reporte, la Agencia informó que poco antes de las 18:00 horas locales (09: GMT), el tifón se ubicaba en el Mar de Filipinas, a unos 200 kilómetros al este de la ciudad de Kaohsiung, en Taiwán, y se movía en dirección norte a velocidad de 20 km/h y viento de hasta 216 km/h.
Se espera que Noul, el sexto tifón de la presente temporada en el Pacífico, toque tierra esta noche en la prefectura de Okinawa, donde el tifón causa ya fuertes lluvias y enormes olas, según reporte de la agencia oficial de noticias Kyodo.
Según la Agencia Meteorológica de Japón es muy probable que tras tocar tierra en Okinawa, Noul afecte la vecina región de Amami durante la madrugada del martes, con ráfagas de hasta 180 km/h y olas de hasta 8 metros, y el miércoles a primera hora la principal isla de Honshu.
A su paso por el noreste Filipinas, con vientos de hasta 220 km/h, Noul provocó sólo la muerte de dos hombres, gracias a la evacuación de muchos pueblos costeros ubicados en la trayectoria de la tormenta tropical.
Dieciocho meses después del súper tifón Haiyan, que devastó el centro filipino y dejó a más de siete mil 350 personas muertas o desaparecidas, las autoridades confirmaron este lunes que Dodong, cómo se nombró en Filipinas a Noul, dejó prácticamente saldo blanco.
Los dos víctimas confirmados fueron un hombre de 70 años de edad y su hijo de 45 años de edad, quienes murieron electrocutados mientras arreglaban el servicio eléctrico de su casa en la ciudad de Aparri, cuando se registraban los primeros efectos del tifón.
La reducción en el saldo de víctimas obedece a que después de Hayan, la población filipina ha tomado conciencia y atiende las recomendaciones de evacuación emitidas por las autoridades con anticipación.
Desde el viernes pasado, casi dos días antes de Noul tocará tierra en Filipinas, más de tres mil personas abandonaron las comunidades costeras de las provincias de Isabela y Cagayan, y cientos más salieron de los pueblos cercanos a las laderas del volcán Bulusan, centro filipino.
Con la advertencia de las autoridades de protección civil de que se podrían registrar marejadas peligrosas de hasta dos metros, los pobladores costeros abandonaron sus casas y tomaron alguno de los autobuses y camiones, que dispuso el gobierno para trasladarlos a los refugios.
En la ciudad costera de Santa Ana, los fuertes vientos de Dodong, rompieron las líneas de alimentación del servicio eléctrico, dejando sin energía hasta esta tarde a al menos a cinco localidades de la zona.