El atacante Salvador Ramos ingresó a la escuela primaria de Texas para cometer el tiroteo contra las 21 personas “sin obstáculos”, dijeron hoy funcionarios de la entidad revelando nuevos antecedentes de una de las más sangrientas masacres ocurridas en un establecimiento educacional en Estados Unidos.
Según reportan medios como NBC News, la nueva versión de los funcionarios contrasta con lo dicho anteriormente por las autoridades, diciendo ahora que no hubo ningún agente de seguridad que impidiera su paso a la escuela primaria Robb en Uvalde, en Texas, la cual aparentemente no estaba cerrada con llave.
El reciente análisis fue revelado por el director regional del Departamento de Seguridad Pública del Sur de Texas, Víctor Escalón, quien sostuvo que el atacante ingresó a las 11:40 horas locales, siendo confrontado cuatro minutos después por policías locales y escolares.
“Escuchan disparos, hacen rondas, retroceden, se ponen a cubierto y, durante ese tiempo, se acercan a donde está el sospechoso… Los oficiales están allí, los oficiales iniciales, reciben disparos. No ingresan inicialmente debido a los disparos que están recibiendo”, dijo el funcionario.
Las declaraciones del agente surgen en medio de las críticas y los análisis sobre la demora en el accionar de seguridad, especialmente cuando el sujeto había estrellado un vehículo que manejaba alrededor de la escuela, donde posteriormente cometió el tiroteo, atrincherarse y ser abatido por un policía.
Se investiga el motivo de la masacre escolar, la más mortífera en el país desde la de Newtown, Connecticut, hace una década. Las autoridades dicen que Ramos no tenía prontuario criminal ni historia clínica de trastornos mentales.
Durante el asedio, que concluyó cuando un equipo de la Patrulla Fronteriza irrumpió en el lugar y mató a tiros a Ramos, las personas que presenciaban la escena rogaban a la policía que entrara a la escuela.
“¡Entren ahí, entren ahí!”, clamaba una mujer, afirmó Juan Carranza, de 24 años, quien observaba los hechos desde una casa al otro lado de la calle.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, dijo que transcurrieron entre 40 minutos y una hora desde que Ramos abrió fuego hasta que los agentes lo mataron.
“El hecho es que la policía estaba ahí”, afirmó McCraw. “Atacaron inmediatamente. Contuvieron (a Ramos) en el aula”.
Un vocero del departamento dijo el jueves más temprano que las autoridades aún buscaban aclarar la cronología del ataque, sin haber determinado si ese período de 40 minutos a una hora comenzó cuando Ramos llegó a la escuela o antes, cuando hirió a balazos a su abuela en casa.
“Por ahora no tenemos una cronología precisa o confiable para determinar que el hombre armado estaba en el colegio durante este período”, dijo el teniente Christopher Olivarez a CNN.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl Ortiz, no habló de una cronología, pero dijo reiteradamente que los agentes de su fuerza que llegaron a la escuela no titubearon. Entraron rápidamente al edificio, en fila detrás de un agente que sostenía un escudo.
“Queríamos actuar rápidamente, muy rápidamente y es precisamente lo que hicieron esos agentes”, aseguró Ortiz a Fox News.
Javier Cazares, cuya hija Jacklyn, alumna de cuarto grado, murió en el ataque, dijo que corrió a la escuela apenas se enteró y que al arribar vio a la policía afuera.
“Entremos nosotros porque los agentes no están haciendo lo que deben”, dijo. “Se podría haber hecho más. No estaban preparados”.
(milenio.com)