Santiago.- El Senado chileno aprobó hoy, tras una maratónica sesión de 21 horas, una histórica reforma al sistema electoral binominal, una de las herencias que dejó la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los legisladores comenzaron esta víspera la sesión donde se votó artículo por artículo el proyecto de ley que modifica el sistema binominal por uno “proporcional moderado” que aumenta de 120 a 155 el número de diputados y de 38 a 50 los senadores.
Además, la iniciativa legal rediseñó los distritos donde se eligen los diputados, los que se redujeron de 60 a 28, mientras que cada una de las 15 regiones de este país constituirá una circunscripción senatorial.
La instauración del llamado “Método D´Hondt” fue aprobada gracias a los votos de la senadora centro-derechista del grupo Amplitud, Lily Pérez, y del independiente de centro-derecha Antonio Horvath.
El Senado también aprobó una ley de cuotas mediante la cual se establece que la cantidad de candidatos hombres o mujeres no podrá superar el 60 por ciento del total de candidaturas de los partidos políticos.
Tras esta aprobación de la Cámara Alta, el proyecto de ley fue remitido a la Cámara de Diputados para su tercer trámite legislativo, donde se deberán votar los cambios introducidos por el Senado.
La presidenta del Senado, la socialista Isabel Allende, dijo a periodistas tras la aprobación de la reforma que se trata de un “momento histórico” tras 25 años de espera y varios proyectos rechazados por el poder Legislativo.
Explicó que la posibilidad de presentar más candidaturas que en la actualidad significará “más competencia y que no haya un resultado predeterminado, por lo tanto, estamos ampliando la democracia”.
Allende agregó que “fue un debate largo, arduo, apasionado, sin lugar a dudas cada senador trataba de defender sus posiciones, pero yo creo que hemos dado un ejemplo de un debate democrático donde cada senador ha tenido la posibilidad de expresarse”.
La oposición centro-derechista criticó la aprobación al cambio del sistema electoral porque, a juicio de ellos, perjudica la democracia al distorsionar la igualdad del voto y favorecer las opciones electorales del oficialismo.
El senador de la opositora derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, dijo por su parte que “lamentablemente se ha perdido una enorme oportunidad para hacer un cambio por todos compartido, un acuerdo de todos los sectores políticos”.
“El gobierno se cerró a esa posibilidad (de un acuerdo amplio) y terminamos aprobando un proyecto mediocre, que va a debilitar nuestra institucionalidad”, puntualizó.