Washington.- La implementación de las acciones de alivio migratorio en Estados Unidos tendría un gran impacto en la capacidad de recuperación ante la adversidad de jóvenes hispanos y sus familias, consideró hoy el Consejo Nacional de la Raza (NCLR).
En un reporte, divulgado aquí, el NCLR indicó que estas medidas, sumadas a legislaciones para modificar el sistema de justicia juvenil “crearían un cambio positivo en las comunidades hispanas” a través de Estados Unidos.
“Legislaciones tales como la iniciativa de ley REDEEM, para mejorar la rehabilitación en lugar de la criminalización, y la reautorización de la Ley de Justicia, Delincuencia y Prevención, contribuirían a promover un medio ambiente que aliente el sentido de recuperación entre los jóvenes de las minorías”, indicó.
Consideró que las nuevas acciones de alivio migratorio anunciadas por el presidente estadunidense Barack Obama en noviembre pasado contribuirían a mejorar la estabilidad y el bienestar de las familias de inmigrantes, la mayoría de las cuales son hispanas.
El NCLR se refería al Programa de Acción Diferida para Padres de Estadunidenses y Residentes Legales (DAPA), así como la versión ampliada del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA).
La implementación de ambas medidas fue detenida en febrero pasado por una corte federal en respuesta a una demanda interpuesta por 26 estados encabezados por Texas, y el gobierno ha solicitado a la misma corte que levante este bloqueo.
La orden no afecta el programa original DACA que fue implementado en 2012 por un plazo original de dos años y que el año pasado fue reautorizado por tres más.
“Si DAPA es implementado, eso sería un enorme paso en la dirección correcta”, dijo la directora adjunta de Investigaciones del NCLR, Patricia Foxen, en conferencia de prensa para presentar el reporte.
Explicó que uno de los aspectos en el que hizo énfasis el reporte es que la capacidad de recuperación no es sólo una cuestión personal, sino algo que se construye junto a familias y comunidades, haciendo notar que muchos de los jóvenes hispanos viven en familias con una situación legal mixta.
“Si se coloca a los padres en una situación de riesgo de ser deportados o detenidos, o simplemente haciendo cada día de sus vidas más difícil (…) eso genera enormes volúmenes de estrés, no sólo para los padres, sino también para los jóvenes”, explicó.
Foxen señaló que existe una correlación entre ese tipo de estrés y otros aspectos en la vida de estos jóvenes, tales como el desempeño educativo y la salud mental, entre otros, “de manera que su implementación haría una enorme diferencia en sus vidas”.
“No avanzar en esta dirección tendría el efecto contrario, mantendría la situación actual, y aunque podemos continuar promoviendo la capacidad de recuperación con diversas acciones mencionadas en el reporte, no implementarlas socavaría mucho de ese potencial o capacidad”, dijo.