Madrid.- Las bajas exigencias de la Unión Europea (UE) para disminuir la contaminación del aire podrían causar 71 mil muertes prematuras a lo largo de una década, advirtió la organización ecologista Greenpeace en un informe divulgado hoy.
El organismo señaló que si los Estados miembros de UE no aumentan sus exigencias sobre contaminación, se incrementará el riesgo de infarto, enfermedades cardiacas, asma y otras afecciones relacionadas con la contaminación del aire.
Según un estudio que elaboró junto con el European Environmental Bureau publicado este día, el costo adicional para los servicios sanitarios y la pérdida de 23 millones de días de trabajo costaría a los contribuyentes más de 52 mil millones de euros entre el 2020 y 2029 en toda la UE.
En el caso de España, Greenpeace aseveró que si las centrales térmicas de carbón aplicasen las mejores técnicas disponibles, podrían salvarse dos mil 10 vidas y se ahorrarían 169 millones de euros al año.
Agregó que con los límites tan débiles de emisiones contaminantes que están actualmente propuestos en el borrador, los contribuyentes españoles tendrán que sufrir un gasto de cerca de mil 500 millones de euros entre 2020 y 2029 y se perderán más de 600 mil días de trabajo.
La responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, expuso que “no hay justificación alguna para que los políticos se nieguen a aplicar la mejor tecnología existente que puede reducir significativamente la contaminación mortal del carbón”.
Indicó que “el carbón provoca daños irreparables y ya es hora de que la Unión Europea establezca la senda para comenzar su desaparición progresiva”.
Greenpeace recalcó que la UE está actualizando sus límites de emisiones para grandes instalaciones industriales, incluidas las centrales térmicas de carbón de las que en España hay 15.
Añadió que supuestamente estos límites se adaptan a las mejores técnicas disponibles, pero la propuesta actual de la UE es notablemente más baja que los límites de contaminación ya establecidos en Europa mismo, China y Estados Unidos.
Nuño sostuvo que el costo humano, medioambiental y económico de la Unión Europea al poner a la venta de la industria del carbón es enorme.
“Los niños pagarán el precio más caro, con cientos de miles de casos de asma, cáncer de pulmón y enfermedades cardiacas que se podrían haber evitado”, concluyó.